Dormir bien durante el embarazo puede ser difícil, sobre todo en el último trimestre, en el que el tamaño de nuestra tripa supone una de las muchas molestias que interrumpen nuestro sueño. Descansar en este momento es importante para llegar con fuerzas al parto y posparto, pero no siempre es posible encontrar la postura adecuada y más cómoda que facilite el descanso.
Hay algunas recomendaciones y trucos que pueden ayudarnos a descansar mejor en el tercer trimestre, en el que los dolores de espalda, de piernas, nuestras inquietudes sobre el parto y el bebé o los movimientos que sentimos en nuestro interior nos lo impiden.
De costado, sobre el lado izquierdo
Encontrar una buena postura para dormir el máximo de horas es básico y para ello podemos usar muchos almohadones para reclinarnos un poco. Hay mujeres que no pueden estar boca arriba porque les resulta molesto e incluso les marea: en esta posición todo el peso del útero recae sobre la espalda, los intestinos y la vena cava inferior. Esto puede intensificar los dolores de espalda, así como las dificultades digestivas, el estreñimiento o las hemorroides.
Colocarnos de costado, sobre el lado izquierdo de nuestro cuerpo y con las piernas flexionadas, es la postura más cómoda y recomendable. Esta posición es muy beneficiosa también porque disminuye la hinchazón y la retención de líquidos, evitando que el peso del feto ejerza presión sobre los órganos internos y los vasos sanguíneos.
Colocar un cojín entre nuestras rodillas nos ayudará a alinear la espalda y evitar dolores de cadera, además de posibles molestias o inflamaciones del nervio ciático. Si aún así nos sigue doliendo la espalda, podemos colocar más cojines o almohadones por detrás, como apoyo.
Los dolores lumbares del tercer trimestre pueden evitarse durante el día usando un cinturón como la banda faja de embarazo de Chicco, que sujeta nuestra espalda y pelvis mientras estamos de pie, restando algo de peso a la tripa y ayudándonos a sobrellevar mejor el día. Gracias a esta faja podemos llegar mucho más descansadas a la noche y conseguir dormir mejor.
Otras molestias nocturnas
Si lo que más nos molesta durante la noche es las ganas de ir al baño, deberemos evitar beber mucho líquido antes de acostarnos. Es normal sentir esas ganas de orinar cuando nuestro bebé está presionando la vejiga.
Otras madres se quejan de acidez en la recta final del embarazo, algo que también puede provocar dificultades para encontrar la postura idónea. Por eso, mejor que la cena sea ligera, y se recomienda no acostarse inmediatamente después de comer. La postura un poco incorporada en la cama de la que hablábamos antes (o incluso intentar dormir en un sillón tipo orejero) puede evitar el incómodo reflujo.
Por otro lado, tener una botella cerca de agua en la mesilla nos ayudará a conciliar el sueño en las noches de mucho calor. Para ello, es importante también mantener la habitación a una temperatura adecuada, más teniendo en cuenta que dormir rodeada de tantos cojines nos puede dar una mayor sensación de calor.
En ocasiones, son los calambres en las piernas o la sensación de que se nos sube la bola lo que interrumpe nuestro sueño. Para evitarlo hay un truco que puede ayudarnos, comer un plátano antes de acostarnos (contiene mucho potasio, que es beneficioso para los músculos) o masajearnos las piernas para relajar las piernas y mejorar la circulación. Darnos un buen baño antes de irnos a dormir también nos vendrá bien para eliminar las tensiones musculares del día.
Además, mantener un rato las piernas en alto antes de acostarnos nos ayudará a conciliar mejor el sueño, así como hacer algún ejercicio sencillo sobre el balón de pilates para movilizar nuestra pelvis y espalda: sentándonos sobre él para hacer círculos con la cadera en los dos sentidos y movimientos en forma de 'ocho' conseguiremos eliminar la tensión de la zona lumbar. Automasajearnos los músculos más doloridos (o pedir que nos hagan un masaje en los pies) nos hará descansar mucho mejor.
Habrá noches en las que, a pesar de estos consejos, no logremos dormir bien o tengamos muchos despertares nocturnos. Hay que tener en cuenta que el insomnio en este tercer trimestre es muy habitual y que está también muy relacionado con los cambios hormonales.
De hecho, hay quien dice que esta forma de dormir nos está preparando para la lactancia. Conseguiremos descansar, no obstante, si nos tumbamos cuando sintamos la necesidad o si aprovechamos para hacer siestas cortas a mitad del día.
En Momentos Chicco
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