Hace cuatro años la ministra Leire Pajín decidió que sería beneficioso para la población poder regular las terapias alternativas y para ello solicitó un informe a un grupo de expertos sobre las diversas terapias existentes (han analizado nada menos que 139 terapias), para conocer cuál es la evidencia científica de cada una de ellas y actuar en consecuencia.
Ahora llegan los resultados de ese informe y yo, que sigo tratando de demostrar que la homeopatía es uno de los mayores engaños del siglo, me hago eco sólo de la parte que habla de la homeopatía porque las conclusiones son claras: los efectos de la homeopatía no van más allá del efecto placebo.
El grupo que ha elaborado el informe ha analizado nueve estudios científicos rigurosos (y no estudios mal hechos o manipulados para que los resultados sean los que se pretenden demostrar). Estos nueve estudios iban centrados a mostrar el efecto de la homeopatía sobre afecciones o enfermedades como la gripe, el cáncer y los efectos de la quimioterapia, osteoartritis, asma, como método para inducir los partos, para los cólicos del lactante y para la depresión.
Según los autores del informe, los resultados de los estudios son "muy contradictorios" y todo apunta a que el efecto de dichos fármacos responde al "efecto placebo". Señalan que, a pesar de ello, son fármacos considerados seguros, cuyos efectos secundarios severos son muy improbables, habiéndose comunicado escasas complicaciones asociadas a su consumo, siendo esto algo que suena más a broma que a otra cosa.
Digo broma, porque cuando te estás toman un principio activo diluido hasta que ya no queda principio activo y lo que tomas es agua, que se supone que ha adquirido las propiedades del principio con el que ha estado en contacto, es evidente que el efecto secundario de lo que te tomas es nulo, así como es nulo también el efecto primario derivado del "medicamento".
El efecto que se produce, si es que el paciente cree que va a tener algún efecto, es la segregación de dopamina en el cerebro, un neurotransmisor que aparece en las conductas de recompensa y la activación del núcleo accumbens del cerebro, en una situación que podría equipararse con la que sucede en nuestro cerebro cuando recibimos una felicitación o un premio.
Esto es lo que se llama efecto placebo. Es mejor que no tomar nada, pero es peor que tomar algo que tiene algún efecto, porque la mejoría procede de la sugestión y no del verdadero efecto de lo que tomas (y es lo mismo que tomar un azucarillo, un caramelo o una bolita de anís, si crees que te van a curar de algún modo, pero mucho más caro).
Ahora sólo queda la duda de saber qué sucederá a partir de ahora. Power Balance, la empresa que vendía pulseras que con un holograma te hacían sentir mejor y tener más fuerza y más elasticidad está al borde de la quiebra por tener que afrontar pagos millonarios por las demandas recibidas, simplemente porque la gente se dio cuenta de que las pulseras no hacían nada.
La homeopatía, que llega más lejos que la Power Balance, porque está destinada a gente enferma y que por ende seguro ha hecho mucho más daño que las pulseras, debería desaparecer o empezar a regularse, y cuando digo regularse no digo aceptarse con títulos y permitiendo su práctica de manera legal, sino hacer que todo remedio que quiera venderse en una farmacia tenga que pasar por los mismos requisitos y controles que un medicamento normal, para que demuestran su eficacia (indemostrable).
Repito: el Ministerio de Sanidad, que acaba de declarar que la homeopatía es un placebo, debería actuar en consecuencia y regular los fármacos, así como evitar que se ejerza una terapia que no hace nada.
Esto es lo que debería hacer, el problema es que acabará haciendo lo mismo que hace la homeopatía: NADA.
Vía | El País Más información | Magonia Foto | Richard Craig en Flickr En Bebés y más | Ahora que llegan la gripe y los resfriados evita el "Oscillococcinum", Homeopatía para bebés: por qué no funciona incluso cuando “a mi hijo le funciona” (II), Homeopatía para bebés, ¿estamos seguros?, Homeopatía para bebés: si no funciona, ¿por qué se venden medicamentos homeopáticos?