La llegada de un bebé a casa lo pone todo patas arriba, y normalmente, si todo ha ido bien, nos vamos del hospital a disfrutar de esos primeros días con nuestro hijo. Pero es muy importante que aunque aparentemente no haya nada de lo que preocuparse, si acabas de tener un bebé no olvides llevarlo al médico en su primera semana de vida.
Los pediatras recomiendas que se establezca en los primeros siete días de vida el primer contacto del recién nacido con el pediatra de Atención Primaria para evitar “riesgo de sufrir alguna complicación y que se abandone la lactancia materna por no resolver a tiempo las dificultades surgidas”.
Los primeros chequeos que se realizan en el hospital al recién nacido son claves para evaluar su estado general, pero no debemos quedarnos ahí aunque veamos que está todo bien. Hay revisiones que sólo los pediatras pueden hacer y detectar cualquier problema a tiempo nos permitirá poder solucionarlo cuanto antes sin mayores consecuencias.
Los motivos de consulta más frecuentes en la primera semana de vida están relacionadas con las dificultades con la lactancia materna, aunque también les preocupa mucho a los padres el llanto, el estreñimiento, la ictericia y los problemas en el ombligo del bebé.
Según han comentado los pediatras en el 63º Congreso de Pediatría celebrado en Bilbao, sólo al 61% de los padres se les recomendó que acudieran a la primera visita del bebé en el centro de salud en la primera semana de vida del niño, y sólo un 38,2% de los niños lo hacen.
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