En los últimos años ha aumentado el número de nacimientos prematuros y también el índice de supervivencia y ausencia de secuelas de los bebés, pero para los padres siempre es un acontecimiento inesperado y duro que provoca reacciones diversas. Estos son siete sentimientos normales si eres madre o padre de un bebé prematuro.
Un torbellino de sentimientos y sensaciones se apoderará de los padres al principio y probablemente unos den paso a otros diferentes con el paso de los días, cuando vamos siendo más conscientes de la situación. Si habéis pasado por esta situación, conoceréis estos sentimientos.
Miedo por la vida del bebé
Miedo a perder al bebé, a que no salga adelante, a las secuelas. Pregunta a los médicos todo aquello que te preocupe, ya que la mayoría de veces no existen secuelas graves de un nacimiento prematuro. Pero es mejor conocer los detalles que estar desinformado, pues la incertidumbre y el temor aumentan.
Miedo a no saber cuidarlo
También existe el miedo a no saber cuidarlo, a hacerle daño. Son tan pequeñitos y frágiles, que cualquier movimiento nos preocupa. Déjate aconsejar por el personal médico, muy acostumbrado a tratar con estos bebés, que te indicará cómo cogerlos, cómo hacer el método Madre Canguro...
Incomprensión del entorno
Cuando se tiene la sensación de que nadie comprende por lo que estamos pasando. Ni los amigos, ni la familia, encuentran palabras de apoyo o no son las que esperamos. En ocasiones, podemos pensar que hasta los médicos o la propia pareja no nos entienden. Esto conlleva una sensación de soledad.
Culpabilizarse
Sentimiento de culpabilidad, derivado de la preocupación por el bebé y la incertidumbre sobre su futuro. Muchos padres se preguntan por qué les pasa a ellos, buscando "qué han hecho mal", porque piensan que tienen la culpa de la situación del niño.
Pero, si bien existen circunstancias que pueden favorecerlos, la mayoría de partos prematuros no tienen una causa conocida.
Negación de la situación
Tras el impacto inicial del nacimiento antes de término, hace que se tengan ganas de huir de la realidad, de escapar.
Sentimientos ambivalentes
Pueden sentir emociones contradictorias. Por un lado, el deseo de unirse a su hijo y el miedo a perderlo, a que algo vaya mal, pero que por el otro puede llevar a que haya alguna ocasión en la que no quieran ver al bebé.
Falta de vínculo
Sobre todo si no se ha podido tener mucho contacto con el bebé debido a su situación delicada. Cada vez más se permite a los padres estar cerca de su hijo durante más tiempo, pero hay casos, en prematuros extremos, en los que los padres apenas pueden estar con el bebé hasta que este vaya estabilizándose.
Recuerda que con cariño, contacto y los cuidados necesarios durante el tiempo requerido los bebés prematuros salen adelante. Hay que darse un tiempo, tener paciencia y mantener la calma ante esta lluvia de sentimientos que nos preocupan, nos atemorizan, nos quitan el sueño.
Pronto tendréis al bebé en casa y todo resultará mucho más fácil que cuando tenéis que estar separados más de lo que quisierais.
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