Una de las preguntas de mal gusto que suele hacer la gente cuando una pareja anuncia que está esperando un bebé es ¿embarazo buscado o por sorpresa?, torciendo el gesto como si algo no cuadrara.
Es habitual sobre todo cuando los hermanos se llevan poca diferencia de edad, o cuando no se había adelantado que se estaba en la búsqueda y de repente ¡zas, embarazados! También ante situaciones de dificultad económica o madres solteras.
Lo cierto es que es una pregunta bastante incómoda cuando nos la hacen, y suele ir acompañada de coletillas igual de desagradables como “ha sido por accidente” o “se les escapó”, como si un hijo fuera un accidente o un descuido.
Cada situación es un mundo
El tema de los embarazos no planificados es muy personal y delicado, y depende mucho de la situación particular de cada pareja, y de como se decida afrontarlo. La mayoría de las veces, aún sin haberlo planificado y ante las situaciones más adversas, se acepta la paternidad por encima de cualquier dificultad.
Os confieso que mi tercer embarazo ha sido una sorpresa, no porque no quisiera tener otro hijo, sino porque llegó antes de que pudiera empezar a planificarlo. Después del shock inicial, que no duró más de veinte minutos, empecé a vivir la espera con la misma ilusión con la que había recibido la noticia de mis dos primeros embarazos, planificados y buscados.
He querido ilustrar el post con la simpática foto de los trillizos que veis arriba que me ha parecido graciosísima. Ese sí que es un embarazo con sorpresa, ¡buscando uno vinieron tres! El primer bebé lleva una camiseta que pone “Yo he sido planeado”, el segundo “Yo no” y el tercero “Yo tampoco”.
Y vosotros, ¿embarazo buscado o por sopresa?
Ahora, voy a saltarme todas las reglas de protocolo y buen gusto para preguntaros, si os apetece responderme en los comentarios: en vuestro caso ¿embarazo buscado o por sorpresa?
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