La cantidad de hijos que se desea tener es uno de los temas que por alguna razón siempre sale a flote cuando hablamos con familiares o amigos cercanos. Así como muchas personas hacen la famosa pregunta "¿Y para cuando el otro?", otros preguntan cuántos hijos deseamos tener.
Esta decisión, que es únicamente de la pareja involucrada, a veces puede ser difícil de tomar. Hoy te hablamos de ese momento en el que no están seguros de tener otro hijo, pues la cabeza dice que no, pero el corazón dice que sí.
Cuando tu cabeza dice que no...
Tener un hijo no es nunca una decisión que deba tomarse a la ligera. Después de todo, convertirnos en padres es algo que cambiará por completo nuestras vidas, no solamente en cuanto a nuestra rutina, sino también, nuestra forma de pensar, nuestras ideas y nuestra dinámica de pareja.
Cuando finalmente tenemos un hijo, tener otro puede ser quizás un poco más sencillo, pues ya sabemos cómo es vivir un embarazo, parto, postparto e infancia, por lo que es una decisión un poco más objetiva, debido a que ya tenemos una idea de lo que podemos esperar.
Sin embargo, independientemente de si se tiene uno, dos o más hijos, tener otro hijo se vuelve una decisión de carácter más objetivo, pues precisamente porque ya sabemos lo que representa, podemos pensar de una forma más centrada en todos los cambios que otro bebé representaría para nuestra familia.
Entran en juego algunos factores que ya considerábamos (como el tiempo, el dinero, las rutinas) y otros que conocimos mejor ya que nos convertimos en padres (como el dinero, la educación, las necesidades reales de los niños, entre otras cosas).
Y es justo cuando lo vemos de forma objetiva, sin dejarnos llevar por las emociones, que nuestra cabeza nos dice que no deberíamos tener otro hijo.
...pero tu corazón dice que sí
Puede ser el bebé de una amiga o alguien de la familia, las viejas fotografías de tus hijos cuando eran pequeños, o simplemente ver esas prendas tan diminutas en el área de ropa de bebé de una tienda. Y entonces, despierta en ti ese sentimiento.
Recuerdas cuando tenías un bebé y piensas en todos esos lindos momentos, en los pequeñas que eran sus manitas, en lo tierno que eran sus pies, en esas primeras sonrisas y esos alegres balbuceos tan característicos de su primer año de vida.
Vienen a tu mente todos esos recuerdos que viviste y entonces, casi sin darte cuenta, tu corazón dice que sí, que deberías tener otro hijo. Después de todo, ya lo hiciste antes, ¿qué tan complicado puede ser? Ya tienes la experiencia y sabes la infinidad de instantes diarios de felicidad que tener hijos puede dar.
Además, desde luego, esos sentimientos nos ayudan a imaginarnos no solamente con otro bebé, sino con un compañero de juegos y de vida para los hijos que ya tenemos, por lo que sentimos con mayor intensidad ese llamado de nuestro corazón que nos dice que sí, que podríamos tener otro hijos.
Tener otro hijo, ¿sí o no?
Al final, este artículo no va a darte la respuesta a esa pregunta, porque es una decisión personal que debe tomar cada madre, padre o pareja de acuerdo a sus necesidades y posibilidades reales. Sin embargo, espero que pensar en los diferentes puntos de vista pueda ayudar a que decidir si tener un hijo o no, cuando la cabeza y el corazón tienen opiniones opuestas, sea más fácil.
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