Una de las razones que más pueden preocupar a los padres es la del llanto del bebé, todo un enigma, especialmente cuando hablamos de recién nacidos. Un estudio reciente asegura que fijándonos en el rostro del bebé, especialmente en sus ojos, podremos saber el motivo del llanto.
El llanto del bebé puede ser debido a múltiples causas, pero según los investigadores de la Universidad de Murcia y la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) los bebés lloran por enfado o miedo cuando tienen los ojos abiertos y por dolor cuando los mantienen cerrados.
Han llegado a estas conclusiones tras estudiar el llanto de 20 bebés de entre tres y 18 meses, fijándose en esta manera de comunicarse del bebé. Aunque los principales motivos son hambre, dolor, enfado o miedo, los adultos no reconocen fácilmente qué emoción es la que provoca las lágrimas del bebé.
El estudio, titulado "Infant Crying: Pattern of Weeping, Recognition of Emotion and Affective Reactions in Observers" (El llanto infantil: patrón del llanto, el reconocimiento de las emociones y las reacciones afectivas de los observadores) fue publicado en noviembre en la revista The Spanish Journal of Psychology.
Muestra que las principales diferencias se presentan en la actividad ocular y en la dinámica del llanto. En este último, los expertos han comprobado que tanto los gestos como la intensidad del lloro se van incrementando gradualmente si se debe a un enfado, mientras que aparecen en su máxima intensidad desde el primer momento en el caso del dolor y del miedo.
La cara de un bebé que llora
Todos tenemos en mente el rostro de un bebé que llora, pero otra cosa es enumerar y sistematizar los cambios que se producen en la cara durante ese proceso.
En general, cuando un bebé llora la actividad muscular de su rostro se caracteriza por una gran tensión en la frente, las cejas o los labios, y se produce la apertura de la boca y la elevación de las mejillas.
En los ojos estaría la mayor diferencia según la causa del lloro: cuando los bebés están enfadados la mayoría mantienen los ojos medio cerrados, con una mirada aparentemente sin dirección o, por el contrario, fija y prominente.
Me da pena imaginar cómo habrán tenido que llegar a estas conclusiones, pero en el caso del miedo, los ojos permanecen abiertos casi todo el tiempo. A veces los bebés tienen una mirada escrutadora, mueven la cabeza hacia atrás, y el llanto aparece de forma explosiva, después de un aumento gradual de la tensión.
Por último, para el dolor se comprobó que se manifiesta con los ojos cerrados casi todo el tiempo, y en los pocos momentos en los que están abiertos, lo están mínimamente, con la mirada distante. El llanto, que comienza de forma repentina justo después de que se produzca el dolor, desde el principio alcanza su intensidad máxima.
Por otra parte, los investigadores han comprobado que los padres no suelen identificar claramente qué emoción es la que induce el llanto, especialmente cuando se trata de enfado y miedo.
En cualquier caso, y dado el evidente margen de error que, a mi parecer, tienen estos datos, y sobre todo que en ocasiones no estamos para fijarnos en cómo están los ojos del niño, aunque desconozcamos cuál es el motivo del llanto del bebé hay que intentar calmarlo, ya que en ningún caso se debe ignorar el llanto del bebé.
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