Los que habéis seguido este especial desde el principio, habréis visto cómo elegíamos los materiales más hipoalergénicos y resistentes, cómo las habitaciones del bebé tienen que estar pensadas a adaptarse a las distintas fases por las que va a ir pasando el pequeño. Sobre todo teniendo en cuenta la crisis actual, no es un buen momento para cambiar el mobiliario completo cada dos años, por lo que la mejor idea es hacerse a la idea de que el cuarto es el sitio donde va a crecer el niño y facilitar la tarea del decorador.
La consigna es clara: ve a los básicos. Piensa que cuanto menos recargues la habitación con cosas superfluas, más sencillo será modificarla conforme vaya cumpliendo años el niño. Utiliza motivos neutrales para los elementos de mayor tamaño como muebles, paredes y suelo. Puedes emplear madera o muebles de color blanco que se adaptan bien a todas las edades. Es más, cuanto más común sea el material del que esté fabricada tu cuna, más sencillo será encontrar una cama a juego con el resto de la habitación cuando ya no la necesites más.
Una de las primeras cosas que se os vendrá a la cabeza serán las cunas convertibles de las que ya os hemos hablado en otras ocasiones tanto aquí como en Decoesfera. Estas cunas permiten con tan sólo unos pequeños cambios ser convertidas en un sofá, en una cama o en un parque infantil. Antes de lanzaros a comprar una, debéis tener en cuenta que el precio de estos muebles es ligeramente superior al de las cunas más “tradicionales”, así como el uso que les vais a dar.
Una cuna convertible que me gusta mucho es la que veis justo encima de este párrafo, la Conver Chiss de Micuna, que se convierte en una cama, una mesilla, una estantería y un escritorio sin tener que comprar muebles adicionales. Es la solución ideal para olvidaros por bastantes años de la decoración del cuarto del pequeño. Además como no tiene una temática marcadamente “bebé”, se adaptará a los cambios del niño, como podéis ver en las imágenes de la galería. Su precio siempre sobrepasa los 1.000 euros y suelen requerir un montaje por partes del manitas de la casa (o de la manitas, según preferencias).
Guarda los materiales del bebé en una caja baja que en el futuro pueda servirle al niño como juguetero y que aprenda desde muy pequeño lo importante que es tenerlo todo ordenado. Esta opción de cajas o baúles suele ser bastante económica, ya que existen en las tiendas ambos por unos precios inferiores a 10€.
Para que la habitación sea completamente segura, recorre al menos una vez cada dos meses el dormitorio poniéndote a la altura de tu hijo. Ponte en cuclillas o a cuatro patas y comprueba dónde quedan los enchufes y las esquinas de los muebles cada vez que hagas un cambio en la decoración. Esta es la mejor manera que he encontrado de asegurarte de que no hay ningún peligro.
Imagen vía | Apartment Therapy y Micuna
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