El otoño ya está aquí, y buena prueba de ello son la lluvia, el viento y el acusado descenso de temperaturas que hemos experimentado de manera repentina en los últimos días. Tanto es así, que a muchos de nosotros nos ha pillado el frío con sandalias y tirantes, y sin habernos dado tiempo a hacer el cambio de armario de los niños para esta temporada.
Guardar la ropa de verano y sacar la de invierno es algo que no suele apetecer nunca. Ya no solo por el caos que se genera en casa (especialmente si nuestra familia es numerosa), sino porque este proceso implica además, muchas lavadoras y mucho tiempo ordenando el armario de los peques para facilitar su autonomía en el vestir.
Te comparto mis cinco consejos básicos para que el cambio de armario sea más llevadero y el armario de los niños quede bien organizado para la nueva temporada.
Haz limpia de ropa
Toca guardar la ropa de verano hasta el año que viene y sustituirla por la moda de otoño-invierno. El momento puede resultar bastante caótico, pero es importante tomarse un tiempo en revisar todas las prendas que tenemos y deshacernos de aquellas que nuestros hijos no se ponen o se les han quedado pequeñas.
Cuando los niños son muy pequeños este paso no es necesario, pues crecen tan rápido que de una temporada a otra nada les sirve. Pero a medida que van creciendo es probable que sí tengamos más posibilidades de aprovechar prendas de un año a otro, por lo que es fundamental saber lo que guardamos y en las condiciones en las que lo hacemos.
Así pues, toca revisar tanto la ropa que vamos a guardar (la de la temporada de verano) como la que vamos a colgar en el armario (temporada de invierno), de manera que nos quedemos tan solo con aquellas prendas que les quedan bien y les gusten y se pongan.
La ropa desgastada o rota podemos reciclarla o hacer manualidades con ella, mientras que las prendas que se hayan quedado pequeñas podremos guardarlas si hay más hermanos, venderlas, donarlas o regalarlas.
Guarda la ropa de primavera-verano
Hay quienes disponen de armarios suficientes en casa para que el cambio de ropa de temporada no resulte agobiante, pero otras muchas personas deben adaptarse a los pocos espacios que tienen, y en estos casos es importante organizarse bien para que la ropa no quede mezclada.
Y es que si en un mismo armario colgamos toda la ropa de nuestros hijos, con independencia de la temporada en la que estemos, acabaremos haciéndonos un lío de prendas, nos costará encontrar lo que buscamos y la ropa estará apelmazada y arrugada, con el consiguiente desorden que esto genera en el armario.
Por eso, una vez hayamos separado y revisado toda la ropa de verano, procederemos a guardarla asegurándonos previamente de que está perfectamente limpia. Utilizaremos cajas u organizadores para tal efecto, doblando las prendas de tal manera que nos permita economizar al máximo el espacio. Los altillos de los armarios son un excelente sitio para colocar estas cajas, aunque quizá dispongas de otros espacios como canapés de cama o sofá, estanterías o cuarto trastero.
No olvides etiquetar las cajas para que al recuperarlas en la próxima temporada, recuerdes en un primer golpe de vista lo que contiene. Por ejemplo: 'Ropa primavera/verano de Lorena - revisada el 10/2019'
Haz una lista de la compra
Antes de proceder a guardar en el armario la ropa de esta temporada, extiende todo lo que tengas sobre la cama y comienza a hacer posibles combinaciones y conjuntos para saber qué te hace falta comprar. Este paso es importante hacerle, porque quizá a simple vista no te des cuenta de que ese pantalón que tanto gusta a tu hijo no tiene ninguna camisa o jersey con el que combinar.
Con ayuda de un papel y un lápiz elabora una lista de prendas, calzado y accesorios que vas a tener que comprar. De esta forma, además de asegurarte de que el fondo de armario queda completo para el invierno, ahorrarás mucho dinero en compras compulsivas no necesarias.
Coloca el armario según las necesidades del niño
Con el armario ya vacío de ropa, toca colocarlo nuevamente con las prendas de la temporada actual. Para ello es importante adecuarse a las necesidades del niño, especialmente si es pequeño, y organizar su ropa de manera fácil y accesible para él.
Guardar la ropa en el armario en cajones de fácil acceso para el niño, que no estén muy llenos
Colocar la ropa siguiendo un orden lógico para el niño. Por ejemplo, podemos optar por guardar las prendas superiores en los cajones más altos (jerseys, sudaderas, camisetas...), en los cajones centrales guardaremos los pantalones, faldas y ropa interior, y en los cajones más bajos los calcetines y calzado.
Podemos ayudarle a identificar la ropa de los cajones con pegatinas o vinilos de las prendas de vestir que guardamos en el interior. De este modo al niño le resultará sencillo encontrar de un primer golpe de vista una determinada prenda
Cestas, cajas y organizadores
En mi opinión, las cestas y cajas son un excelente invento para aprovechar al máximo los espacios. Ofrecen muchas posibilidades, pero son especialmente útiles para guardar accesorios y prendas pequeñas de ropa, de manera que no queden desperdigadas en los cajones o se mezclen con otras prendas más grandes.
Una vez tengamos organizadas estas cajas, buscaremos huecos en los armarios o estanterías para guardarlas, optimizando al máximo el espacio. También es buena idea destinar una cesta para guardar los accesorios de invierno, como guantes, bufandas y gorros, que podremos colocar en el recibidor de casa junto al paragüero y el perchero de los abrigos.
Fotos | iStock, Pixabay
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