Hace unos días abrimos este especial de Bebés y más sobre viajar en coche con niños y bebés pidiendo que nos lanzarais vuestras preguntas, vuestras dudas y vuestras inquietudes.
Entre vuestras consultas ha habido asuntos que ya se han ido resolviendo por sí mismos al abordar los distintos temas que hemos ido desarrollando, otros que se contestarán en próximas entregas de este especial e incluso algunos que vosotros los lectores contestasteis en los comentarios, pero quizá no esté de más que le demos un rápido repaso a las cuestiones que nos planteasteis.
Preguntas de respuesta rápida...
Agnès Ortega Pérez nos preguntaba qué hacer cuando el bebe no para de llorar en la sillita porque quiere que le cojamos en brazos. Aunque la respuesta llegará mañana a Bebés y más en una entrega más de este especial, ya podemos adelantar algo de lo que habló Mireia Long hace unos días: el bebé usa el llanto como medio de expresión. Por eso, tenemos que escucharle y dialogar con él. Si llora porque no quiere sentarse... hay que conseguir que comprenda que tiene que sentarse para poder viajar en coche. El quid de la cuestión se compone de un poco de previsión, de un mucho de paciencia y de una increíble capacidad de persuasión.
Por su parte, mirena72 nos pedía que hablásemos de los mareos, algo que ya quedó resuelto el pasado domingo con la publicación de Viajar en coche con niños: evitando el mareo. Como dijimos y explicamos, la clave está en conseguir que se minimice la descoordinación entre lo que siente el niño con la vista, con el oído y con el sistema osteomuscular. Y tranquilidad, mucha tranquilidad acompañada de distracciones suaves.
Merche Fisgon explicaba que en verano su bebé suda mucho en la sillita, pero Merche teme poner alto el aire acondicionado o abrir la ventanilla por si el niño se constipa. "¿Algún truco para esto?", preguntaba, y la respuesta vino de la mano de Ana Reboreda Prieto, que le recomendó usar el aire acondicionado con moderación, a unos 23º, y apuntando los aireadores hacia arriba, ya que el aire frío tiende a descender. Como complemento a esta estupenda explicación, podemos añadir una que ya esbozamos cuando hablamos de elegir un asiento infantil: hacer pausas adicionales en la conducción para que el bebé pueda airearse de vez en cuando.
En sintonía con las anteriores, Anna JR se preocupaba por la higiene postural de sus dos hijas cuando se caen dormidas durante los viajes que hacen en coche, algo de lo que también hablamos cuando expusimos los criterios para elegir una sillita para el coche (y es que nos ha sorprendido muy gratamente ver que vuestras preguntas coincidían bastante con el planteamiento original de temas que hicimos para este especial). La respuesta ya la visteis: cuidar los excesos de holgura y recolocar el cuello cuando sea preciso. No es que sea "misión imposible", como decía Anna JR, pero resulta engorroso, sí. El consuelo está en recordar que todo en la vida son etapas.
Y más sobre sistemas de retención infantil, ya que latata365 nos hacía elegir entre un capazo homologado o un asiento de tipo "maxi-cosi" para el coche, y como esta entrada va de respuestas breves, aquí vamos a emplear un par de vídeos, uno correspondiente a una prueba de impacto realizada con un capazo homologado y otro en el que el bebé viaja en un asiento de grupo 0:
Las comparaciones son odiosas, sí, pero yo nunca pondría un bebé en un capazo para ir en coche. De hecho, nunca lo he hecho y prometo no hacerlo jamás.
... y preguntas de respuesta complicada
Aprovechando la ocasión, latata365 también quería saber cada cuánto es recomendable parar en un viaje con un bebé de unos 18 meses, y aunque la recomendación estándar para establecer pausas en un viaje suele ser de cada dos o tres horas, al cabo de 200 kilómetros recorridos o tan pronto aparezcan los primeros síntomas de cansancio, la verdad es que un bebé rompe todas esas normas y tiende a imponer su propio horario. ¿Cada cuánto parar? Guíate por lo que te diga tu hija, latata365, que es la que manda en casa.
Otra pregunta de respuesta difícil la planteó Edu Camarena, que quería saber cómo llevar a un bebé de 13 meses en un viaje de autobús de unas 12 horas. Es complicado, para qué nos vamos a engañar. De todos los medios de transporte para realizar un viaje con un bebé, el autobús es de los menos indicados, ya que normalmente las rutas están calculadas con paradas para el descanso menos frecuentes de lo que un bebé puede necesitar. De todas maneras, si el viaje no se puede realizar por ningún otro medio, lo único que podemos recomendar es el uso de un sistema de retención infantil de grupo 0 e intentar elegir los asientos situados en la parte delantera del vehículo, por si surge alguna incidencia grave exponerla al conductor para que él pueda valorar si procede o no realizar una parada de forma excepcional. En cualquier caso, antes de contratar el viaje habría que comentar el asunto con la compañía de autobuses para escuchar su opinión.
En otro orden de cosas, gordita (con perdón, es que ella firma con ese sobrenombre) se planteaba si es positivo o no que los niños vean películas en el coche, y sobre ese asunto debatiremos en unos días. De momento no ampliaremos este punto, y así la discusión será más rica cuando tengamos que hablar sobre el uso del DVD en el coche.
Finalmente, hemos querido elegir una pregunta de las propuestas para responderla de un modo más exhaustivo, y esa no ha sido otra que la planteada por Rigel Delgado, que nos pedía algunas recomendaciones para viajar en coche con niños de tres años cuando no se tienen sillas para hacerlo y nos preguntaba si es aconsejable colocar a los niños los cinturones de seguridad para adultos. Las respuestas a todo esto las tenéis ya en el Club Bebés y más.
A todas las personas que nos han hecho llegar sus inquietudes, muchas, muchísimas gracias. Esperamos haber podido aportar algo de luz a cada una de esas incertidumbres que os rodeaban.
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