Los 11 grandes beneficios para los niños de utilizar bicicletas sin pedales

Los 11 grandes beneficios para los niños de utilizar bicicletas sin pedales
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Las bicicletas sin pedales, también llamadas prebicis o bicicletas de equilibrio, son muy habituales entre los niños pequeños; tanto, que cada vez es más frecuente verlas en las calles en detrimento de los clásicos triciclos, motos de juguete e incluso bicicletas con ruedines.

Los expertos aseguran que este tipo de bicis aportan grandes beneficios para el desarrollo psicomotor del niño, además de facilitarles la transición a la hora de aprender a manejar la bicicleta tradicional.

Te explicamos qué son las bicis sin pedales y qué larga lista de beneficios aporta a los niños su manejo.

¿Por qué una bicicleta sin pedales?

Las bicicletas sin pedales se han popularizado en los últimos años, especialmente en países de Europa y América. Su diseño original data del año 1817, aunque no fue hasta 1997 cuando el diseñador alemán Rolf Mertens adaptó su uso a los niños pequeños.

Este tipo de bicis combina las principales características de la bicicleta con las del patinete gracias a un diseño extremadamente simple: cuenta con dos ruedas, manillar -generalmente sin frenos- y un sillín. Los materiales de fabricación son muy ligeros, de manera que el niño puede manejar la bici sin esfuerzo, siendo habitual el uso de madera o metal, y ruedas de plástico o recámara inflable.

Las bicicletas sin pedales se ponen en movimiento cuando el niño se impulsa con sus pies, adquiriendo más o menos velocidad según la fuerza de su impulso. Una vez en movimiento, el niño debe recoger las piernas para que la bici ruede, y frenar con los pies cuando quiera detenerse o bien dejar que la bicicleta vaya perdiendo velocidad hasta pararse por sí misma, momento en que deberá volver a poner los pies en el suelo para guardar el equilibrio.

No hay más que salir a la calle o sentarse en un parque para comprobar lo mucho que triunfan estas bicis entre los niños más pequeños. De hecho, cada vez son más las familias que consideran la prebici como un regalo imprescindible para los primeros años de vida, conscientes de los grandes beneficios que aporta al desarrollo de sus hijos.

Los beneficios de que los niños utilicen bicicletas sin pedales

Iniciación al deporte desde bebés

bicicletas sin pedales

Uno de los principales beneficios de utilizar esta bici es que los niños comenzarán a practicar ejercicio físico desde muy temprana edad, ya que su uso está recomendado en cuanto comienzan a caminar con soltura (aproximadamente, entre los 18 y 24 meses).

Aunque a los peques puede llevarles algo del tiempo familiarizarse con el uso de estas bicis, en cuestión de días habrán ganado soltura, resistencia y habilidad, convirtiéndose en una rutina deportiva perfecta para practicar cuando salimos de paseo o al parque.

Favorece el desarrollo muscular

Impulsarse con las piernas para poner la bici en movimiento requiere de un gran esfuerzo físico de los miembros inferiores del cuerpo; especialmente cuando con ese primer impulso pretenden alcanzar más velocidad o mantener la bicicleta en equilibrio durante más tiempo. Después, si quieren evitar que la bici se pare deben repetir el ejercicio de impulsarse con los pies tantas veces lo deseen.

Pero montar en una bici sin pedales no solo pone a trabajar las piernas, sino también los brazos (deben estar fuertes para controlar el manillar) y los músculos flexores de la cadera.

Mejoran su condición física y les predispone a adquirir nuevas habilidades motoras

Montar en bicicleta hace trabajar el sistema cardiovascular, lo que repercute de forma positiva en una mejora de la condición física general del niño. Esto a su vez le ayudará a adquirir nuevas habilidades motoras, así como iniciarse en la práctica de otros deportes.

Además, tener una buena condición física ayuda a mejorar el sistema inmunológico, evitar el sedentarismo y reducir el riesgo de padecer obesidad y enfermedades asociadas.

Fuente de diversión

bicicletas sin pedales

Pero al tiempo ejercitan su músculos y entrenan su resistencia y capacidad cardiopulmonar utilizando estas bicis, los niños también se estarán divirtiendo, sobre todo cuando se encuentran en la calle con otros peques que también las llevan y deciden montar juntos.

Favorece la socialización

Al hilo de lo anterior, las bicicletas sin pedales, así como cualquier otro juguete o accesorio que los niños lleven al parque, favorece la socialización con sus iguales. Ya sea para comentar con otros niños el modelo de bici que llevan o para echar una carrera juntos, estos artículos acaban convirtiéndose en un nexo de unión entre ellos.

Desarrollan el equilibrio

bicicletas sin pedales

El equilibrio es uno de los sentidos más importantes del cuerpo humano, pero también es muy complejo, pues entran en juego múltiples factores, por lo que su maduración lleva tiempo.

Cuando un niño monta sobre una bici sin pedales está poniendo a prueba su sentido del equilibrio, no solo porque no cuenta con ruedines auxiliares que mantengan la bici en pie, sino porque debe ser él mismo quien ponga la bicicleta en movimiento mediante el impulso de sus piernas.

Desarrollan la coordinación

Hacer girar el manillar a la derecha o la izquierda según la dirección que quieran tomar es un gran ejercicio de coordinación de sus extremidades superiores. Pero mantener la bici en equilibrio y en movimiento no solo requiere de la coordinación de los brazos, sino también de las piernas y del resto del cuerpo en su conjunto, incluidos los sentidos de la vista y el oído.

Ayuda a desarrollar la orientación espacial

Además de ayudarles a conocer y aprender a controlar mejor su propio cuerpo, montar en una bici sin pedales también favorece el desarrollo de la orientación espacial, una habilidad fundamental para saber dónde estamos, cuál es nuestra posición respecto a otros objetos y cómo podemos movernos de un sitio a otro.

Aumenta su autoestima y confianza en sí mismos

bicicletas sin pedales

La bicicleta sin pedales se convierte en el primer medio de transporte que los niños aprenden a controlar por ellos mismos, haciéndolo además a muy temprana edad. Esto les da una nueva sensación de libertad e independencia, permitiéndoles potenciar su autonomía y confianza en ellos mismos, así como aprender a conocer mejor sus propias capacidades.

Favorece el aprendizaje de la bicicleta tradicional

Cuando un niño domina la bicicleta sin pedales sabe controlar su cuerpo, mantener el equilibrio y coordinar sus movimientos; habilidades fundamentales para aprender a montar en la bicicleta tradicional.

Por eso, los niños que aprenden a montar en bici habiendo pasado previamente por bicicletas sin pedales no solo aprenderán de forma más rápida y fácil, sino que probablemente lo hagan sin apenas esfuerzo, como si de un proceso natural se tratara.

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