Cuando yo iba al colegio no nos acompañaban niños con necesidades educativas especiales, al menos en esto podemos decir que la escuela ha evolucionado a mejor, pues se tiene en cuenta la inclusión de niños con necesidades diversas, aunque en la práctica no siempre sea una inclusión efectiva. Se pretende una escuela inclusiva, ¿pero qué entendemos por esto?
Empecemos señalando que la inclusión es fundamentalmente un derecho, entendida por algunos autores como una forma de vida, una manera de vivir juntos, basada en la creencia de que cada individuo es valorado y pertenece al grupo.
Según esta definición, una escuela inclusiva será aquélla en la que todos los estudiantes se sientan incluidos y aceptados, que todos los alumnos y alumnas, sean cuales sean sus capacidades, se ven reconocidos en su singularidad, valorados y con posibilidades de participar en la escuela.
La Federación Vasca de Asociaciones a favor de las personas con discapacidad intelectual (FEVAS) hace un repaso de lo que debería significar la escuela inclusiva, caracterizada por los siguientes puntos:
La escuela inclusiva es aquella que identifica las barreras para el aprendizaje y la participación para luego minimizarlas, a la vez que maximiza los recursos que apoyan ambos procesos. En este sentido, suelen faltar medios (y aquí la situación de recortes actual no ayuda en nada).
Aquella que no se centra únicamente en las necesidades de los alumnos y alumnas sino que reflexiona sobre los planteamientos del contexto escolar.
Aquella que ofrece a todo su alumnado oportunidades educativas y ayudas para su progreso.
Aquella que promueve ambientes de aprendizaje que capaciten a todos los alumnos y alumnas para participar en una enseñanza lo más individualizada posible.
Aquella en la que la diversidad no se percibe como un problema sino como una riqueza para todos. Los niños aprenden unos de otros sin importar sus características diferenciadas.
Aquella que desarrolla valores inclusivos compartidos por la Comunidad Educativa.
Aquella que educa en la diferencia, dando a conocer la particularidad de cada uno. No se trata de homogeneizar, sino de destacar las particularidades de cada uno como algo enriquecedor.
Aquella que educa en el respeto, reconocimiento y valor de la diversidad.
Como vemos, se trata de un marco teórico completo y deseable, aunque desgraciadamente bastante utópico en los tiempos que corren. Por ejemplo, las tecnologías que son tan buenas para la adaptación están bajo mínimos en las escuelas públicas, por no hablar la falta de personal cualificado de apoyo para atender a estos niños.
En cualquier caso, una escuela inclusiva debería preocuparse por cumplir todas las características, y los políticos que "velan" por la educación poner los medios necesarios para que todos los niños reciban la educación que se merecen, a la que tienen derecho.
Vía | Espectro autista Foto | woodleywonderworks en Flickr-CC En Bebés y más | "Se trata de la capacidad", una exitosa campaña para promover la inclusión de los niños discapacitados, Niños con discapacidades en las escuelas públicas y carencia de medios para permitir una total integración