Hoy, 31 de mayo, se celebra el Día Mundial sin Tabaco, y por eso desde "Bebés y Más" queremos poner nuestro pequeño grano de arena para crear conciencia acerca de la importancia de un embarazo sin humo. Porque si fumas, tu bebé también lo hace.
Y es que, desgraciadamente, el humo del tabaco afecta a 700 millones de niños en el mundo, la mitad de la población infantil, por lo que este hecho se convierte en un problema serio de salud pública del que todos debemos tomar conciencia.
Fumar en el embarazo, un grave riesgo
Fumar durante el embarazo supone un grave riesgo para la salud del bebé, la única forma de protegerle es dejar de fumar y evitar la exposición al humo ambiental de tabaco.
Al fumar inhalas sustancias tóxicas como la nicotina y el monóxido de carbono (el mismo que sale por el tubo de escape de los coches). Estas sustancias llegan a la placenta, afectando al flujo de nutrientes y oxígeno que necesita el bebé para crecer y desarrollarse.
Pero a pesar de conocer los graves problemas que conlleva, según los datos expuestos en la conferencia "Ginecología y Obstetricia en Tabaquismo", el 25 por ciento de las mujeres en edad fértil fuma, y de ellas más de la mitad continúa haciéndolo durante el embarazo.
Cómo afecta el tabaquismo en el embarazo
Afecta a las arterias del bebé, lo que le predispone a tener más problemas congénitos de corazón y le hace mas propenso a padecer enfermedades cardiovasculares, incluido el accidente cerebrovascular.
Aumenta el riesgo de muerte fetal y malformaciones congénitas: la exposición al humo durante el embarazo está relacionada con un 23 por ciento más de riesgo de muerte fetal y un 13 por ciento más de riesgo de malformaciones congénitas.
Aumenta el riesgo de bajo peso en el momento del nacimiento y mayor riesgo de nacer de forma prematura.
Mayor frecuencia de infecciones respiratorias pulmonares durante los dos primeros años de vida y mayor riesgo de padecer asma.
Mayor probabilidad de síndrome de muerte súbita del lactante.
El tabaco durante el embarazo afecta también a la fertilidad del bebé: hay estudios que han evaluado el impacto del tabaco en la fertilidad de los hijos y señalan que en el caso de los niños, se produce una reducción de concentración de esperma de entre el 20 y el 40%; y en el de las niñas, afecta su función ovárica.
Más riesgo de tener problemas futuros de conducta tales como hiperactividad y problemas de atención y concentración.
Otros problemas asociados: mayor riesgo de padecer cáncer infantil, mayor probabilidad de estrabismo y labio leporino.
Para la madre fumadora, el tabaco también tiene importantes riesgos para su salud y aparte de los más conocidos (tales como enfermedad cardiovascular, cáncer y otros problemas) se suman también:
Rotura prematura de membranas
Parto pretérmino
Aborto espontáneo
Recuerda además, que aunque no seas fumadora es importante que durante el embarazo nadie fume a tu alrededor, pues el hecho de convertirte en fumadora pasiva también afecta a tu salud y a la de tu hijo.
Puede que no sea fácil dejar de fumar, pero tu bebé se merece que hagas el esfuerzo.