Los miedos que te meten en los cursos de preparación al parto
Embarazo

Los miedos que te meten en los cursos de preparación al parto

El otro día estaba hablando con mis amigas sobre las clases de preparación al parto y me di cuenta la disparidad de opiniones que teníamos... obviamente cada una tiene una experiencia distinta: como hay algunas que quedaron súper satisfechas y las aprovecharon al máximo, hay otras a las que apenas les aportó conocimiento. En lo que sí coincidimos es en el tema de los miedos que te pueden infundir allí al enterarte de cosas que no sabías. Aquí he recopilado algunos de los que salieron a flote ese día...

Un posible error en la aplicación de la epidural

Este fue uno de los 'souvenirs' que me quedó de mis clases de preparación. Como yo ya sabía que mi hija nacería por cesárea debido a tener placenta previa oclusiva total (sí, menudo nombre), estaba claro que me la pondrían sí o sí. En la clase nos pusieron un vídeo con una escena real mostrando como se ponía y acto seguido mi matrona sacó el dibujo de un cuerpo humano y empezó a explicar el a donde tenía que llegar la aguja y lo fácil que podría ser que se desviara y llegara al lugar equivocado.

Si eso ocurre pueden pasar tres cosas: una, que no alcances a sentir el efecto en la zona y tengas que dar a luz sin anestesia, otra, que la sientas parcialmente y tengas que aguantar el dolor en una parte del cuerpo y la tercera, que te la tengan que volver a poner.

En mi caso en el momento del parto di con una anestesista magnífica que no solo dio en el punto a la primera, sino que estuvo pendiente de mi en todo momento y estuvo atenta a decirme que mi hija había nacido perfectamente bien en cuanto salió. Supongo que esto es cuestión de suerte, aunque una buena forma de enfrentarse al miedo que puede producir, es pensar que un parto sin epidural sí es posible.

Uso de herramientas durante el parto

Otro de los temas que pueden producir miedo es el uso de herramientas como fórceps o ventosas por complicaciones durante el parto. Una de mis amigas me comentó que en una de las clases a las que asistió la matrona empezó a hablar sobre el tema, explicando cómo y en qué casos se usaban cada una de ellas... aunque se explayó más de lo que debía y se adentró en el escabroso mundo de los 'malos usos' que hacen de ellas algunos médicos.

Según lo que contaba, en algunos casos no deberían usarse y en otros, algunos médicos no cuentan con mucha precisión, lo que puede llevar a la madre a sufrir desgarros o hemorragias innecesarias o a que el bebé sufra de cefalohematomas (una de las lesiones más habituales de los bebés durante el parto). Lo cierto es que los casos en que se hace mal uso de ellas y se tienen consecuencias graves son cada vez menos, afortunadamente.

Recuperación del parto

Según lo que me comentaba otra amiga, su matrona habló de la recuperación al parto como un momento en el que pueden surgir muchas complicaciones, sobre todo si te hacen una episiotomía o una cesárea, ya que al haber puntos, hay mucho riesgo de inflamación o de infección.

En este caso lo más importante es cuidar los puntos de forma correcta, prestando especial atención a la higiene y por qué no, recurriendo a trucos para aliviar las molestias.

Otra cuestión a tener en cuenta es el retorno a la actividad tras el parto. Es verdad que cuando te hacen una cesárea la recuperación es más lenta (finalmente se trata de una intervención quirúrgia, en el que el post-operatorio es vital para que el proceso termine con éxito), pero atendiendo al sentido común se puede sobrellevar fácilmente. Descansar, comer bien y dar pequeños paseos son las tres cosas que definitivamente necesitas tras dar a luz.

Llegada a casa

Este fue otro de los puntos en los que algunos comentarios pueden generar temor o inseguridades. Mi matrona decía que en el hospital iba a estar cuidada por profesionales expertos que sabrían desde cómo bañar al bebé o qué hacer en caso de cualquier emergencia... ayuda que por supuesto no tendría en casa. Recuerdo que ella lo decía para tratar de aminorar el miedo al momento de las contracciones y el parto, pero el comentario te quedaba sonando en plan "¿y yo qué voy a hacer sola con mi bebé en casa?".

Después de haberlo vivido creo que no hay fundamentos para pensar de esa forma. Es verdad que si eres primeriza hay situaciones en las que te puedes sentir un poco desubicada, pero también es verdad que el afloramiento del instinto surge en cuanto tienes a tu bebé en brazos y hacerle caso siempre va a ser la mejor solución a todo: así aprendieron nuestros antepasados, cuando apenas había asistencia médica, y así seguirá siendo para siempre.

¿A vosotras os infundieron algún miedo en vuestras clases de preparación al parto?... ¡nos encantaría leer vuestras experiencias!.

Imagen | lululemon athletica

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Comentarios cerrados
    • Cada persona es un mundo. Hay quién prefiere no saber para no asustarse, hay quién prefiere saber porque le asusta más el desconocimiento, hay quién tiene miedo del dolor físico y hay quién tiene más miedo de factores psicológicos...
      Yo tengo 5 hijos y mentiría si dijera que no tengo mis miedos, siempre hay miedos, aún así me considero una persona tranquila, segura de mí misma, que confío en la profesionalidad de los sanitarios y que pienso que cuánto más positiva eres mejor afrontas lo que va surgiendo.
      Siempre he ido a la preparación al parto y nunca me he asustado por lo que se explicaba, todo lo que se comenta en el artículo es cierto (que te pueden poner mal la epidural, que un parto instrumentalizado no es nada ideal, que cuando llegas a casa te asaltan las dudas...), por eso se comenta para que vayas resolviendo tus dudas y si lo vives no te creas que te eres la única que lo está pasando.
      Yo valoro mucho las clases de preparación al parto, en las que además entablas amistad con mujeres que están en tu misma situación, y también me parece muy positivo visitar el lugar dónde darás a luz. Hay que tener en cuenta que estar bien informada te ayuda a evitar riesgos (si notas fiebre después del parto puedes sospechar que es una infección y acudir enseguida al centro de salud, si ves al bebé muy amarillo sabes que hay que comunicarlo al médico...).
      Por mi forma de ser prefiero tener información de más y no de menos, de hecho en mi último parto le hicieron una prueba de ph al bebé y no me informaron pero yo sabía lo que estaban haciendo y cuándo le pregunté: ¿cómo ha salido el ph? Se quedaron mirándose y la matrona dijo: Es que se lo tendrías que haber dicho antes de que tuviera que preguntar ella. Creo que es un derecho estar informada, si alguien prefiere no saber nada que lo manifieste y se respete, pero por protocolo se debería informar.

    • Uff, en mi caso acabé con miedo de todo, tanto que las aborrecía y cada vez que la matrona se explayaba "demasiado" en las explicaciones me entraba un mareo tremendo...
      Tenía reticencias con la epidural (las sigo teniendo),miedo a los puntos, muuuchísimo miedo a las herramientas.. Así que no sé que pensar. Creo que a veces, el nivel de explicación al que llegan, por muy bueno que sea estar informada, crea unas inseguridades que curiosamente no se tienen en la ignorancia, aunque son cosas que sí, que seguramente son útiles si el parto es uno de la minoría en los que algo acaba saliendo regular, y poder saber qué está pasando, que ya conoces de alguna manera el procedimiento.. Pues será útil y tranquilizador.

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    • Avatar de carmes Respondiendo a carmes

      Fíjate que a pesar de todo lo que contó mi matrona al final a mi el miedo que me quedó fue el de la llegada a casa con el bebé... menos mal que ese temor se esfumó rápidamente.
      Gracias por compartir tu experiencia!

    • Si nos cuentan de menos porque nos cuentan de menos, si nos cuentan de más porque nos cuentan de más. Nunca llueve para todos los gustos, a mi me gusta más estar informada aunque los detalles no sean agradables. Es la vida real, no es una fantasía lo que nos cuentan, y por desgracia cuando lo cuentan es porque pasa más de lo que nos parece.
      En mi caso la epidural me la tuvieron que pinchar tres veces y me hizo efecto parcial, solo se me durmió el lado derecho (totalmente) y el izquierdo no, asi que sentí dolor igual. Una tortura, y pasa más de lo que parece.
      Además, al final fue cesárea asi que me pusieron la raquídea (cuarto pinchazo), que al menos me la metieron como Dios manda, porque ya me veía en la operación notando como cortaban.

      Por lo demás, no nos hicieron de menos en ningún momento, que fiarnos del instinto y limitar las visitas para que no molestaran o quisieran aportarnos su sabiduría popular.

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    • Avatar de sereducadora Respondiendo a sereducadora

      De acuerdo, responder a las expectativas de un grupo de embarazadas no debe ser nada fácil... en mi caso quise estar informada de todo cuanto pude, aunque creo que algunos detalles podrían haberse omitido.
      Gracias por compartir tu opinión!

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