¿Qué significa jugar? Bajo el concepto de "juego" englobamos un número muy alto de conductas que presentan muchas diferencias entre sí.
El juego es una actividad muy importante durante la infancia, y hay que dar a los niños oportunidades para que jueguen. En el juego, el niño encuentra el placer en su propia ejecución.
Algunas de estas actividades, que implican jugar, son individuales, y consisten en puros movimientos; otras, implican crear un mundo de ficción, reproducir una realidad a través de una construcción, actividades sociales que se desempeñan en grupo...
Pero, ¿a qué juegan los niños según su edad? ¿Qué les aporta cada tipo de juego? Vamos a hablar de los cuatro tipos de juego infantil, de sus funciones, características y ejemplos. Pero antes, conozcamos las características del juego según el biólogo y epistemólogo suizo Jean Piaget.
Las características del juego según Piaget
Según Piaget, el juego se define sólo por una cierta orientación de la conducta, y no constituye un tipo particular de actividad. Entre sus características, Piaget destaca las siguientes:
- Es una actividad que tiene el fin en sí misma, despreocupada del resultado.
- Es una actividad espontánea.
- Proporciona placer en vez de utilidad.
- Es una actividad con una relativa falta de organización.
- Sirve para liberar conflictos o resolverlos.
- Puede ser utilizado como motivación para realizar otras actividades.
Cuatro tipos de juego infantil
A medida que el niño crece y se desarrolla a nivel motor, cognitivo, social... también se desarrolla su juego. Es muy difícil separar estos conceptos, ya que están intrínsecamente relacionados
Así, el juego del niño evoluciona con su propia evolución global. Su juego influye en su desarrollo y viceversa. Y es que los niños no juegan a lo mismo cuando son bebés que a medida que crecen, porque sus habilidades, gustos, preferencias y necesidades también cambian.
¿De qué depende el tipo de juego? Conócelo a través de los cuatro tipos de juego infantil según la edad, siguiendo la propuesta de Piaget.
Juego de ejercicios o funcional
Durante los primeros meses de vida, según Piaget, el niño realiza actividades repetitivas de tipo motor, "a modo de juego", que ha logrado en otros contextos con fines adaptativos.
Lo hace por puro placer, y este tipo de movimientos sirven para consolidar lo adquirido. Se trata de movimientos del propio cuerpo, o con objetos de alrededor.
En la historia evolutiva del niño, encontramos algunos antecedentes a este tipo de juego de ejercicios; concretamente, las actividades como la succión en vacío o la repetición de movimientos con las piernas.
En el quinto estadio del período sensoriomotor que propone Piaget, el niño es capaz de complicar sus acciones por el mero placer de reproducirlas. Así, realiza movimientos con el cuerpo o determinadas actividades sobre los objetos.
Aquí el niño pierde interés por los objetos en sí, y se ocupa más de la actividad, manifestando su actitud lúdica o de juego a través de sonrisas, risas y la cara de juego.
Juego simbólico o pretendido
Este tipo de juego también es denominado juego de ficción, fantasioso, dramático o imaginativo. Es el segundo tipo de juego en aparecer durante el desarrollo del niño. Aparece durante el segundo año de vida, aproximadamente. Se trata de juegos que suponen la utilización de símbolos (juego simbólico).
Se caracteriza por utilizar un abundante simbolismo, que se forma mediante la imitación. Así, el niño produce escenas de la vida real, y las modifica según sus necesidades o intereses.
En este tipo de juego, los símbolos adquieren su significado en la propia actividad; por ejemplo, los trozos de papel pueden convertirse en billetes, un plátano puede convertirse en un teléfono, una caja de cartón en una casa, etc.
Cuando el niño practica el juego simbólico, convierte a muchos de sus juguetes en un apoyo para la realización del propio juego.
En el juego simbólico el niño ejercita los papeles sociales de las actividades que le rodean; por ejemplo, juega a ser médico, profesor, maestro, cantante... Lo que está haciendo en realidad, a través del juego, es someter la realidad a sus deseos y necesidades.
Juego de reglas
Como hemos visto, en el juego simbólico el niño utiliza una gran cantidad de reglas, pero al mismo tiempo, puede modificar las condiciones y manipular el juego a su gusto. Los niños se van haciendo mayores y hacia los seis o siete años empieza a aparecer otro tipo de juego: el juego de reglas.
Es un juego necesariamente social, en el que existen unas reglas que lo definen. Lo que determina este tipo de juego es la propia estructura de las reglas y su seguimiento.
Así, en el juego de reglas, los jugadores deben respetar las reglas, que son las que determinan quién gana. En este tipo de juegos, los niños han de cooperar entre ellos para llevar a cabo el juego; todos han de adaptarse a las reglas, al mismo tiempo que tratan de que los otros no ganen.
Todo ello, los obliga a ponerse en el punto de vista del otro (lo que favorece su empatía cognitiva), ya que deben anticiparse a sus acciones y tratar de que no las realicen.
¿En qué les beneficia este tipo de juegos? Contribuye al desarrollo psíquico del niño, al potenciar el conocimiento de uno mismo a través de la comparación con los demás, mediante una serie de elementos:
- La competitividad
- La cooperación
- El descentramiento social
- El desarrollo moral
Juego de construcción
Finalmente, en los juegos de construcción, las reglas consisten en reproducir artificialmente el mundo. Este juego puede realizarse en solitario o de forma cooperativa, en equipo.
La capacidad de construcción de los niños está determinada por algunas variables: su desarrollo motor y su nivel de habilidad motora, y su desarrollo intelectual.
Así, para jugar a juegos de construcción, aunque parezca un juego "simple", se requiere el manejo de un modelo mental, así como una capacidad de representación avanzada.
En este sentido, no hablamos de un tipo de juego constructivo como podría ser el de apilar bloques, por ejemplo, más típico de los primeros años de vida. En este caso, hablamos de construcciones más complejas, en las que intervienen reglas y conceptos espaciales de niños de mayor edad.
Y tus hijos, ¿a qué juegan? ¿En qué época evolutiva están? Hemos conocido la evolución del juego durante la infancia, a través de cuatro tipos de los mismos, aunque dentro de ellos, existen aún más variaciones.
Estén en la etapa que estén, y tengan las preferencias que tengan, lo importante es que los niños disfruten jugando, es decir, que la motivación esté en la propia actividad, en el mismo acto de jugar.
Y sobre todo, que puedas acompañarlos en esta etapa de la vida tan mágica, llena de descubrimientos, con tintes de inocencia y caracterizada por la exploración; ¡también, y sobre todo, en el terreno del juego!
"Las cosas que los niños y niñas aprenden por iniciativa propia durante el juego libre, no pueden ser aprendidas de otra manera".
-Peter Gray-
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