A pesar de que la OMS recomienda la lactancia materna al menos hasta los dos años de edad del niño, mucho antes de esa fecha la lactancia se considera “prolongada” por la mayoría de la gente, sobre todo cuanto vayamos más allá de los seis meses de alimentación exclusiva. Y también se considera en ocasiones "inútil", lo cual desmentimos a menudo en nuestras páginas. Lo malo (o lo peor) viene cuando no solo se considera prolongada o inútil sino que se piensa que puede ser mala o tener algún riesgo. Y no, la lactancia prolongada no conlleva ningún riesgo para el niño.
Se trata de una de las prácticas de crianza más controvertidas, por ello nos gusta que sociedades científicas como la Asociación Española de Pediatría se posicione al respecto, y así como hace poco emitió un informe a favor de la lactancia prolongada, en esta ocasión publica un documento muy accesible y perfecto para su difusión, un tríptico con sus recomendaciones sobre lactancia materna prolongada.
En concreto, es el Comité de Lactancia Materna de la Asociación Española de Pediatría el que ha elaborado este tríptico destinado a difundir información veraz y dar a conocer este tema entre el público general, los profesionales sanitarios y no sanitarios y, sobre todo, las familias con hijos lactantes.
En los países occidentales es cada vez más rara la lactancia más allá del año de edad, mientras que en otras culturas es lo habitual. Las barreras, el rechazo o la incomprensión hacia muchas madres que deciden seguir dando pecho a sus hijos son evidentes en nuestra sociedad. Pero a esas personas que nos miran mal, que nos animan a destetar al niño basándose en suposiciones, en mitos, en incorrecciones (incluso algunas dificultades pueden venir del ámbito sanitario), podemos contestarles con lo que las sociedades científicas dicen al respecto.
Por eso, recordamos con al AEP que la lactancia materna prolongada tiene muchos beneficios (nutricionales, de defensas, de neurodesarrollo, para la madre...), es una fuente de salud y no tiene ningún riesgo para el niño o niña que se sigue alimentando del pecho de mamá.
Solo se hace una salvedad, y es en el caso en que la madre se quede nuevamente embarazada y haya riesgo de aborto o parto prematuro. Pero ni siquiera entonces se recomienda el destete de manera absoluta sino que habría que valorarlo. Esto es lo que nos dice en el documento sobre los riesgos de la lactancia materna prolongada:
No se han encontrado riesgos físicos ni psicológicos en niños que toman pecho por encima de los dos-tres años de edad.
No se ha demostrado relación con la caries dental, siendo la mejor medida de prevención la higiene bucal precoz y diaria.
Si lo deseas, puedes seguir dando el pecho aunque estés embarazada. Únicamente en caso de amenaza de aborto o parto prematuro habría que valorar el destete.
También puedes dar pecho a ambos hermanos (se llama “lactancia en tándem”). Si te sientes cómoda con ello, ¡adelante!
En defintiva, a mayor duración de la lactancia materna, mayor beneficio potencial para el niño o niña. Este tríptico es uno de esos papeles que dan ganas de llevar en el bolso para mostrarlo a todo aquel que haga comentarios infundados sobre si damos o no damos el pecho a nuestros hijos más allá de los seis meses de edad.
Foto | various brenneman en Flickr-CC
Sitio Oficial | AEPED
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