Sin salto generacional, conectando a los abuelos con los niños
¿No habéis pensado nunca en lo importante y valioso que es eso de las relaciones intergeneracionales? Pues resulta que en Estados Unidos sí lo habían pensado y han puesto en marcha dos de esos proyectos piloto que te hacen sonreír al conocerlos y también desear que se implantaran un poco más cerca de tu propia casa.
Conectar a los ancianos con los niños, a los abuelos con los nietos, unir la experiencia de unos a la curiosidad de los otros, aprovechar los conocimientos y la necesidad de alegría con la educación y la necesidad de jugar.
Dos ideas, dos propuestas que merece mucho la pena seguir y conocer cómo van evolucionando e incluso estudiar si podríamos ponerlas en práctica también nosotros.
Abuelas y nietos
En Estados Unidos hay más de dos millones y medio de abuelos que se hacen cargo de sus nietos a diario. Concretamente en Nueva York son muchísimas las abuelas que se hacen cargo de sus nietos cada día porque los padres de estos niños tienen horarios de trabajo que les impide conciliar con su vida familiar. Es una historia que conocemos también mucho en España en los últimos años.
La novedad llega cuando las autoridades neoyorquinas en materia de educación deciden poner en marcha un ambicioso programa bajo el título “Grandes Conexiones: Grupo de Abuelos Asesores”.
Se trata de un comité de consulta y asesoramiento formado por 15 abuelas de distintos condados, de distintas nacionalidades (hispanas, asiáticas, afroamericanas,…) y obviamente con distintas formas de entender la que consideran la mejor educación para sus nietos pero con una intencionalidad común: ayudar a educar a sus nietos. “Es una forma de aprender distintas culturas, me encantaría que mis nietos conozcan otras tradiciones y no dejen de aprender la propia” comentaba una de estas abuelas.
Desde los propios centros educativos saben que a muchas de las reuniones que convocan no acuden los padres porque no pueden hacerlo por motivos de trabajo, sino los abuelos para escuchar lo que tienen que comentarles los profesores sobre la evolución de sus nietos. Sobre todo y mayoritariamente las abuelas. “Nosotros los abuelos tenemos mucho conocimiento, mucho que dar a los niños” señalaba una de las abuelas implicadas en el proyecto.
Con este programa tratan de responder a las inquietudes de estas abuelas organizando distintos talleres o grupos de discusión donde se habla de temas que van desde la importancia de hacer ejercicio con sus nietos a otros modos para mejorar su bienestar o cómo ayudar a hacer de la lectura un hábito para sus nietos.
Mediante este grupo, se entiende que el sistema educativo intenta estar al tanto de las necesidades y las inquietudes de cada individuo que forma parte del mismo.
Tienen muy claros ya los próximos pasos a seguir por este grupo de abuelos asesores. Lo primero es seguir reclutando abuelos para que sirvan de enlace en sus comunidades educativas y a partir de ahí van a preparar más reuniones, más talleres y están desarrollando una página web para mantener informados a todos los abuelos y abuelas que forman parte de la vida escolar de sus nietos de una forma o de otra.
El protagonismo de estos abuelos en la educación de sus nietos es una realidad por las circunstancias personales de cada familia, con esta idea se les da herramientas, se les apoya desde la administración para que esa relación sea fructífera para ambos.
Es una forma de aprovechar las experiencias de los mayores en beneficio no sólo de los más pequeños sino de toda la comunidad.
Ancianos y niños
Si en el caso anterior había un vínculo familiar entre los mayores y los más pequeños, en este caso ese vínculo sanguíneo no existe y sin embargo el proyecto vuelve a unir a esas dos generaciones. La que comienza a caminar y la que tiene el paso más cansado.
Está en Seatle, sí hoy seguimos en Estados Unidos, se trata de un lugar en el que ancianos y niños comparten juegos, risas, aprendizaje y compañía.
Providence Mount St. Vincent es una residencia que acoge a más de 400 ancianos en sus instalaciones, esto así contado tampoco es para sorprenderse ¿verdad? Lo novedoso es que además acoge como escuela infantil a los niños de la zona.
El centro es en definitiva un punto de encuentro de dos generaciones absolutamente diferentes pero que en esas edades necesitan prácticamente igual cantidad de paciencia, compañía, amor y solidaridad.
Estados Unidos tiene en este caso de nuevo unas estadísticas muy duras en las que se sabe que el 43% de los ancianos del país sufren aislamiento social vinculado a la depresión y al decaimiento, físico y mental, en este sentido las expectativas de un centro como este son altísimas.
Podéis encontrar en YouTube el video documental de Evan Briggs, cineasta, se titula “Present Perfect” y muestra la magnífica relación de convivencia entre niños y ancianos y enseña además como sus vidas han cambiado para bien, para mucho mejor que antes de formar parte de este proyecto en el que la edad no cierra puertas a nadie, aquí os dejamos el trailer para ir abriendo boca.
Ya veis que a veces cuesta encontrar tiempo para disfrutar con buenas historias, con buenas noticias y lo que es peor, cuesta aún más encontrarlo para ponerlas en práctica nosotros mismos pero los resultados son tan positivos, los beneficios personales para estos abuelos, estos ancianos y todos estos niños son tan enormes que es inevitable pensar que sería bonito vivirlo o al menos que lo vivan muchas más personas.
Como dice el documental del que os hablaba, el presente es el momento perfecto para disfrutar, no mañana o la semana que viene, ahora es el momento de hacer cosas ¿por qué no intentarlo por lo menos?
Vía | eldiarionyc.com | europapress.es
Fotos | iStockphoto
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