Son muchos los bebés que después de la caída del cordón umbilical, ya seco, presentan una hernia en el ombligo, también conocida como hernia umbilical. Es un poco aparatoso de ver y lo es aún más de palpar, porque es un bulto blandito que se puede tocar y que al hacerlo fluctúa y se puede incluso oprimir hacia adentro, como si fuera un botón pulsador (no sé si me hago entender).
El caso es que la palabra hernia suena un poco mal y que ver al bebé con el bultito genera preocupación en los padres. Por eso hoy os vamos a explicar qué pasa cuando el bebé tiene una hernia en el ombligo.
Qué es en realidad la hernia umbilical
Lo primero es explicar qué es. El cordón umbilical del feto le une a la placenta materna. Ese cordón pasa a través de los músculos abdominales y en ocasiones esa zona por la que pasa no se cierra completamente, permitiendo que por ahí se cuele parte de las capas abdominales internas o incluso parte de los órganos, hacia afuera.
Es relativamente frecuente, pues se calcula que le pasa a cerca del 20% de los recién nacidos, y no está relacionado con ninguna enfermedad. El tamaño es variable y algunas apenas se ven, pues miden un centímetro de diámetro, mientras que las más "escandalosas" pueden llegar a medir más de cinco centímetros.
A muchos bebés apenas se les nota, sobre todo si están tumbados, sin embargo, cuando aumentan la presión en la zona abdominal, al llorar, al sentarse o al hacer un esfuerzo, se produce la protusión y la hernia se hace visible.
¿Cuál es el tratamiento?
Una hernia umbilical no es algo grave y aunque en algunos bebés se ve aparatoso, por el tamaño, no hay que hacer nada especial porque no causa dolor al bebé y porque en la mayoría de bebés se soluciona casi siempre antes de los dos años. El músculo abdominal se cierra y deja de producirse el bultito.
En caso de que una hernia no se solucione por sí misma se opera. Esto suele hacerse hacia los tres o cuatro años, o antes si la hernia es muy grande.
¿Hay algún peligro?
Si la hernia es grande y el intestino sale al exterior hay riesgo de estrangulamiento de intestino, y esto requiere intervención rápida. Es muy poco común y los síntomas son bastante claros: irritabilidad, dolor abdominal intenso, la hernia se inflama, se pone dura, sensible y cambia de color.
¿Y si le pongo un garbanzo?
Hay quien, en su intención de solucionar la hernia, pone al bebé un garbanzo con esparadrapo, o el esparadrapo sin garbanzo, o un botón, o lo que sea que le han comentado que va muy bien para eso. Sin embargo son métodos inefectivos, ya que ni eso, ni ponerle una faja al bebé, hace que la hernia desaparezca y, en todo caso, puede hasta molestarle y provocarle molestias de tanto pegar y despegar diario. Así que no se recomienda el uso de estos métodos.
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