Esta es la razón por la que debemos evitar la ironía con los niños y adolescentes con Asperger

Esta es la razón por la que debemos evitar la ironía con los niños y adolescentes con Asperger
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Quizás alguna vez hayas escuchado esta frase: "las personas con Asperger no entienden las ironías", o "lo entienden todo literal". Pero, ¿qué significa exactamente? ¿Y por qué sucede? ¿Cómo es su lenguaje?

Las personas con Asperger, un trastorno actualmente englobado dentro de la categoría de los trastornos del espectro del autismo (TEA) y que afecta entre 1 y 5 personas de cada 1.000 nacimientos (Autismo Europa y Asperger.es), presentan dificultades sociales pero también a nivel comunicacional.

Explicamos la razón de estas afirmaciones y además, ofrecemos algunas pautas de lenguaje para que la comunicación con ellos sea directa y eficaz (evitando los malentedidos), mediante algunos ejemplos.

Asperger y autismo: características

El Síndrome de Asperger, actualmente agrupado dentro de los trastornos del espectro del autismo (TEA), es un tipo de autismo denominado "de alto funcionamiento". Las características de las personas con TEA, según el DSM-5 (Manual Diagnóstico de los trastornos mentales) son fundamentalmente dos:

  • Deficiencias persistentes en la comunicación social y en la interacción social.
  • Patrones restrictivos y repetitivos de comportamiento, intereses o actividades.

Tradicionalmente, las diferencias teóricas entre el TEA y el Asperger (aunque, en la actualidad el Asperger se fusione dentro de los TEA), siempre han sido las siguientes:

  • El autismo empieza a manifestarse durante los tres primeros años de vida; en cambio, el Asperger no es tan evidente, puesto que la capacidad intelectual puede ser superior a la media (cosa que no sucede con el autismo).
  • Los niños con autismo tienen problemas con el lenguaje, sin embargo, los que tienen Asperger tienen un gran vocabulario y hablan perfectamente (a veces incluso con un habla adulta, muy formal).
  • Los niños con autismo manifiestan estereotipias motoras, como por ejemplo mover las manos como en un aleteo o balancearse; en cambio, los niños con Asperger no tienen esos problemas, aunque pueden tener falta de coordinación.
Una de las diferencias entre el Asperger y el TEA (aunque actualmente se agrupen en el mismo espectro) es que en el Aspeger no existen problemas en el lenguaje (aunque sí en la comunicación).

El lenguaje y la comunicación en las personas con Asperger

Las personas con Asperger presentan dificultades para interpretar y utilizar la comunicación hablada y gestual (comunicación no verbal).

Algunas pueden tener un lenguaje normal (convencional), aunque a veces éste nos puede sonar un poco peculiar, y podemos observar cómo niños o adolescentes con el trastorno hablan como si fueran más mayores en realidad.

En cuanto a su postura y sus gestos, estos suelen ser diferentes. Es posible que al hablar con ellos tengamos la sensación de que su forma de hablar o sus gestos no son acordes a la situación.

Pueden hablar en un tono alto y peculiar, o no modular el tono y el timbre de voz porque les cuesta adaptar su lenguaje al contexto y a sus emociones (y por ello, por ejemplo, aparentan estar molestos y en realidad, están de buen humor).

Por ello su tono se dice que es monocorde y que su discurso es monótono, es decir, no utilizan los aspectos emocionales del lenguaje para enfatizar sus ideas o puntos de inflexión, lo que hace que su discurso pueda sonar artificial.

El lenguaje también puede ser pedante, extremadamente formal. Por otro lado, cuentan con un extenso vocabulario, que a veces puede sonar rebuscado y rimbobante, y que utilizan en todos los contextos (lo que denota su dificultad para adaptarse al contexto).

En ocasiones se inventan palabras o utilizan expresiones idiosincrásicas (es decir, muy propias). A veces también pueden parecer ausentes o absortos en sus pensamientos.

El lenguaje en el Asperger puede sonar peculiar y pedante. Tienen mucho vocabulario y utilizan expresiones propias. 

¿Por qué no entienden la ironía?

Como hemos visto, estos niños y adolescentes presentan dificultades en la comprensión social del lenguaje. No entienden la ironía o el sarcasmo, y la razón principal es que son muy literales en el lenguaje. Esta literalidad es debido a su falta de códigos en el lenguaje.

Tampoco entienden las expresiones faciales de los demás, algo que se agrava por sus dificultades de mirar directamente a los ojos (hacerlo les genera mucha ansiedad), y que puede dificultar aún más que entiendan la ironía o los dobles sentidos.

Una de las particularidades de la comunicación en las personas con Asperger es su literalidad con el lenguaje, que hace que no entiendan las ironías.

Cómo tener una buena comunicación con un niño o adolescente con Asperger

A los niños o adolescentes con Asperger los hemos de tratar con normalidad, puesto que no hay nada malo en ellos, simplemente procesan la realidad de forma diferente a la nuestra.

Sin embargo, sí es importante conocer su funcionamiento; eso nos ayudará a saber qué les beneficia y qué no a la hora de entenderse y comunicarse. Por ejemplo, es fundamental entender que ellos necesitan la literalidad; si les decimos las cosas con rodeos o de forma indirecta, se pierden.

Tampoco debemos dar por hecho que diciéndoles solo una parte de la información, deducirán el resto, porque esto no es así. Así, algunas ideas sobre qué decir y qué evitar con algunos ejemplos, que pueden ayudarte, son:

Sé claro, directo y concreto en tu lenguaje, evita dar rodeos

Por ejemplo, en lugar de decir "no sé si llegaremos a tiempo, tendríamos que ver si llegamos, porque claro no lo podemos saber...", mejor ser más escuetos y directos con un "tal vez no lleguemos a tiempo".

Evita el uso de metáforas

Evita también las metáforas, que son difíciles de entender para ellos. Por ejemplo, en lugar de decir "se murió de dolor", digamos "tuvo mucho dolor"; en lugar de decir "se enamoró locamente", mejor decir "se enamoró mucho".

Evita las ironías, los sarcasmos o los dobles sentidos

Si usas las ironías o los sarcasmos, las entenderán de forma literal. Mejor ser claro y evitar este tipo de bromas (o hacer bromas muy fáciles de entender, más directas).

Por ejemplo, en lugar de decir "¡vaya éxito el concierto, eh!" (en un concierto donde no fue nadie), mejor decir "al concierto vino muy poca gente". Y en lugar de decir "¡tú siempre tan trabajador!", a alguien que es muy perezoso, mejor decir "estás siendo muy perezoso" (u otra variante).

Y otro ejemplo; en lugar de utilizar la expresión "viajamos como sardinas en lata" (para referirnos a un autobús muy pequeño), mejor ser directos: "viajamos en un autobús muy pequeño y estuvimos muy apretados".

Foto | Portada (Pexels)

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