Las diez prácticas de crianza más controvertidas: el cachete

Las diez prácticas de crianza más controvertidas: el cachete
8 comentarios

Ya lo dijimos en el primer post de la serie: por “práctica de crianza” íbamos a ver actos muy diferentes, con un punto en común, la polémica que suscitan entre padres y madres con distintos puntos de vista cuando hablamos de ellos.

Me cuesta situar entre las prácticas de crianza el pegar a un niño, pero por desgracia, ateniéndonos a lo que significa este concepto (actividades, costumbres para criar, instruir, educar, cuidar a los hijos), ésta es bastante habitual. Ahora bien, nos tendríamos que limitar a algunos sentidos de “crianza” o “criar”, y ni siquiera. Porque, ¿alguien diría que pegar un cachete es “cuidar” a un niño?

Pegar a un niño no es criar ni educar, no es cuidar, de hecho en muchos países, como en España, está considerado delito, aunque aún mucha gente lo desconozca, y no debería existir el debate o la controversia al respecto. Existen campañas institucionales y de las organizaciones que velan por la infancia para procurar que en las distintas sociedades se erradique esta forma de maltrato a los niños.

Sin embargo, y lo vemos cada vez que tocamos el tema en el blog, muchos padres consideran que un azote, un cachete, una manotada, una nalgada a tiempo sirve para educar, e intentan defender la inocuidad para el niño o los resultados positivos en distintos casos.

Pero hemos visto sobradamente las consecuencias negativas que un azote puede causar, no sólo a nivel físico sino emocional. Pegar no es una buena manera de educar, es un recurso desesperado en muchas ocasiones que nos anula como padres y como pilares a los que los niños han de agarrarse para crecer.

Uno de los argumentos que se suele esgrimir para defender el cachete es que no es maltrato. Que no es una paliza. Pero, el límite entre un bofetón y maltrato dónde está, quién lo pone. De momento, la ley en muchos países ya señala que son lo mismo. Y, si el “simple” cachete o bofetón se lo diéramos a un adulto, ¿lo aceptaríamos?

Yo desde mi punto de vista quiero remarcar que el azote, el cachete, el manotazo, y, más allá, el grito (el maltrato verbal) o el chantaje, no enseñan absolutamente nada más allá del miedo. Confunden a un niño que ve cómo la persona que más quieren le hace daño. Y nos dejarán sin argumentos cuando ante cualquier situación (incluso, cuando nos peguen a nosotros en sus rabietas) les digamos “No se pega”.

El cachete sigue siendo una práctica habitual muy controvertida (reconocida u oculta, ocasional o continuada) que ojalá poco a poco deje de suscitar tantas opiniones encontradas para dirigirnos todos al mismo fin: el diálogo, la comunicación en positivo, la paciencia, la comprensión y el respeto son los pilares que habrían de regir la crianza de nuestros hijos. Sin excusas ni excepciones.

En Bebés y más | Eduquemos sin violencia, Criar sin azotes: Comunicación en positivo I, II, III, IV y V, Cinco pasos básicos para criar en positivo y sin castigos, Algunos datos sobre el castigo físico,

Temas
Comentarios cerrados
    • interesante

      Para mí tampoco hay términos medios. No hay cachetes, y punto. Hay diálogo, regañinas constructivas repetidas como un mantra, si es necesario, hay "noes" tajantes y otros discutibles, hay cesiones y concesiones, hay enseñanzas recíprocas, confianza mutua y caminos alternativos. No hay premios ni recompensas ni castigos. Hay amor y paciencia.

    • interesante

      ¿Término medio? ¿Pegar no mucho ni poco sino lo justo? No lo veo, no.

      En otros temas, como el q comenté hace poco del colecho, tal vez, pero aquí no. Y en cuanto a mi aventura maternal, sí es un reto, pero con mis errores, mis aprendizajes y el único sentido de q mis hijas sean lo más felices posibles. Nada demasiado trascendente, la verdad, e imagino q lo q quiere la mayoría de padres para los suyos.

    • Cerrar respuestas
    • Avatar de eva_paris Respondiendo a Eva Paris

      Para mi la aventura paternal es tambien todo un reto pero le aseguro que a diferencia de lo que transmiten muchos de ustedes, yo no me paso la vida autoevaluandome ni cuestionando todo cuanto hago. Y le aseguro que intento transmitir a mi hija valores de respeto y por supuesto de no violencia, lo cual no significa que a veces como todo ser humano pierda los nervios, y lo siento, pero no me culpabilizo por no saber todas las situaciones que me depara con sus metodos de autocontrol y culpa.

    • interesante

      Yo este tema lo tengo muy claro: Yo no pego a las personas a las que quiero y punto. ¿Cómo puedo enseñar a mi hija que no tiene que aguantar ni un mínimo maltrato de nadie, que si alguien en el futuro la pega es porque no la quiere y lo que tiene que hacer es alejarse de él si yo la "enseño" con azotes?

      Hace tiempo lo comenté en mi blog, os dejo el enlace: http://lamamadeunabruja.blogspot.com/2011/02/es-que-yo-no-pego-las-personas-que.html

      Saludos

    • interesante

      Mis respetos para todos, Tengo dos observaciones, la primera de ellas, es que me llama mucho la atención que alguien como RiP comente en un blog de este estilo (Vaya que si está entendido el estilo de crianza que se apoya desde Bebés y Más), de esa manera. Es como entrar en el blog de PETA y escribir que ya está cansón el amor y respeto a los animales, y el vegetarianismo. O entrar a un blog católico y comentar "dale ustedes con sus santos y vírgenes, me cambian el tema??". Yo si no estoy de acuerdo con un estilo de crianza, digamos Estivil, lo hago saber, pero con mis argumentos, no comentaría para decir que por favor ya cambien y comiencen a promocionar el colecho. ¿Me explico?. Espero haberlo hecho. En segundo lugar, me parece que Mario.vazquez, ha dado con el clavo. Está en nosotros. En nuestra paciencia. Pegamos a nuestros hijos cuando no nos sabemos explicar. Cuando ya no tenemos herramientas para hacernos entender. Y esa es la clave. Aprender a reconocer cuando nos molestamos de impotencia, y delegar o alejarnos para no golpear. Conozco padres que ya dan el "cachete a tiempo" por costumbre. Desestimamos sistemáticamente en el niño sus capacidades (comprender, elegir, opinar, sentir) y sus legítimas necesidades (afecto, presencia), les gritamos, les pegamos para que hagan lo que esperamos, porque partimos del principio de que el niño/ña no sabe lo que le conviene. Todo cambiará cuando comencemos a respetar a nuestros hijos, y a comprender sus puntos de vista. Siempre es bueno usar el ejercicio que propone Carlos González y sustituir la palabra "hijo", por "mujer", en ese caso ya no sería lo mismo decir que no está mal dar un buen cachete a tiempo a tu mujer, para que aprenda a respetarte. Reflexionemos, ¿Es tu mujer mejor ser humano que tu hijo? ¿Merece más respeto?. No hacemos nada con decir a diestra y siniestra quetodos somos iguales, reclamar igualdad de derechos, cuando en casa discriminamos a alguien sólo por ser más pequeño, o menor. Saludos cordiales

    • Totalmente de acuerdo en todo con esta nota, pero quizá lo único que le hace falta a esta nota es ubicar en una realidad creible esta situación, ya que somos humanos y por más que uno tiene una creencia y seguridad en un trato de amor, cariño y armonia con nuestros hijos, hay ocasiones con factores externos que nos sacan de nuestras casillas y no me refiero a golpear o agredir a nuestros hijos o familias, si no a gritar un regaño mal dado a un extraño o por que no a veces a nuestros hijos y familia, podemo caer en esto (y no digo que este bien), pero lo más importante sería saber reconocer que hicimos mal y hablarlo abiertamente con nuestros hijos para pedir perdón, eso nos engrandece más y damos dos lecciones a nuestros hijos. Y si estamos por perder los estribos para golpear o agredir, mejor respiremos profundo, calmemonos y hablemos, no hay nada mejor que hablar por igual con nuestra familia (esposa, esposo, hijos), sin autoridad ni agresividad, con mucho cariño, amor y respeto y si lo practicamos día con día, aprendemos a controlarnos y lo haremos cada vez más como una prática normal en nuestra vida.

    • Cerrar respuestas
    • Avatar de 442 Respondiendo a RiP
      interesante

      Debemos considerar que, como bien dices, la crianza de un hijo o una hija es toda una aventura. Pero lo que hay que tener claro son los valores que queremos transmitirle. Es muy importante tener en cuenta que para ellos nosotros seremos sus modelos, y que cualquier cosa que hagamos ellos pueden verlo como normal y, cuando sean adultos, reproducirlos con sus hijos, y así sucesivamente. Hay que tener cuidado con según qué cosas, ya que no es excusa decir "por una vez no va a pasar nada".

    Inicio
    ×

    Utilizamos cookies de terceros para generar estadísticas de audiencia y mostrar publicidad personalizada analizando tu navegación. Si sigues navegando estarás aceptando su uso. Más información