Cuando un bebé pequeño llora insistentemente, casi siempre lo relacionamos con los cólicos del lactante, pero el reflujo gastroesofágico no es tan conocido y puede ser una de las causas.
Es la devolución del contenido gástrico a través del esófago hacia la boca en lugar de continuar hacia el sistema digestivo, provocando quemazón y vómitos frecuentes. Poco después de haber comido, o incluso mientras está comiendo, el bebé expulsa bocanadas de leche.
Qué es la enfermedad por reflujo gastroesofágico
Lo que hace vomitar al bebé es el mal funcionamiento del esfínter (o válvula) que hace que el contenido del estómago suba por el esófago hasta la boca.
Es importante diferenciar la enfermedad por reflujo gastroesofágico del reflujo fisiológico o reflujo simple, que consiste en regurgitaciones de escasa cantidad después de las tomas, cuando el bebé "devuelve" algo normal en la mayoría de los recién nacidos.
Cuando el reflujo es muy intenso o produce molestias importantes se conoce como enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE). Aproximadamente un 8 por ciento de los bebés lactantes sufren ERGE, y la mayoría se resuelve entre el primer y el segundo año de vida.
En la mayoría de los casos se debe a la inmadurez del sistema digestivo, que suele corregirse a partir de los seis meses, cuando el bebé empieza a estar más erguido, ya que estar en posición horizontal dificulta la digestión, y cuando comienza a incorporar en su dieta alimentos sólidos que también ayudan a disminuir el reflujo.
Síntomas de reflujo gastroesofágico
¿Cómo me doy cuenta que mi bebé tiene reflujo? Aunque el síntoma más común del reflujo gastroesofágico (RGE) son los vómitos frecuentes con fuerza y en gran cantidad, no es el único.
También puedes notar que tu bebé llora sin causa y se muestra irritable, que rechaza la comida porque asocia comer con una desagradable sensación de ardor, que no aumenta de peso, puede que vomite con sangre, e incluso podría llegar a presentar apneas (momentos breves en que se interrumpe la respiración).
Si observas alguno de estos síntomas en tu bebé es muy importante que consultes con el pediatra.
Qué hacer si mi bebé tiene reflujo
- Administra los alimentos en cantidades pequeñas: La alimentación excesiva del bebé empeora el vómito, ya que es más probable que ocurra con el estómago completamente lleno. Aumenta la frecuencia si es necesario para que coma menos cantidad más veces.
- No esperes a que tu bebé tenga mucha hambre para darle el pecho. Si tardas en darle de comer, mamará con ansias o empezará a hacerlo llorando y tragará más gases de lo normal.
- Evita la presión sobre el estómago de su hijo: Evita apretar los pañales ya que esto presiona de más el estómago. No permitas que otras personas jueguen bruscamente con tu hijo después de cada comida.
- Haz eructar al bebé: haz eructar a tu bebé 2 ó 3 veces durante cada comida. Evita el uso del chupete durante largos períodos. Al chupar constantemente puede entrarle aire en el estómago.
- Mantén a tu hijo en posición vertical después de alimentarlo: Después de alimentarlo procura mantenerlo en posición vertical durante 30 minutos en tus brazos, usando una mochila portabebés o en una hamaquita.
- Acuesta al bebé en una posición adecuada: Los bebés deben dormir de espaldas, ésta es la posición que se recomienda para evitar el riesgo de SMSL (síndrome de muerte infantil del lactante). Se recomienda levantar la cabecera de la cuna unos 45 grados. Si tu niño se está ahogando o si tiene problemas para respirar, llama a su pediatra.
- Bloqueo de la acidez o antiácidos líquidos: si el bebé está teniendo un problema serio o acidez pueden necesitar algún medicamento prescrito por su pediatra.