Todos los recién nacidos sufren unos pequeños y cotidianos malestares que propician que el bebé se sienta molesto. Aunque no hay ningún motivo para alarmarse, con los cuidados y la atención necesaria podremos subsanar estos pequeños problemas para que nuestro bebé se sienta mejor.
Algunos bebés sufren la llamada ampolla labial, es una pequeña ampolla que se sitúa en la parte media del labio superior y está relacionada con la lactancia, y aunque es frecuente, no necesita cuidados especiales, ya que no es dolorosa ni reviste gravedad alguna para el bebé.
Seguimos con la boca, el bebé también puede sufrir una infección a la que denominan Muguet, producida por un hongo y que podemos detectar por la aparición de unas manchas en la boca y que se sitúan en la cara interna de las mejillas. Generalmente estas manchas aparecen por una deficiente higiene en los biberones y chupetes, con lo cual, debemos extremar la esterilización de ellos. Además, deberemos acudir al pediatra para que le de un tratamiento especial. Otro tema muy habitual en los recién nacidos son los estornudos, al ser tan sensibles a los cambios bruscos de temperatura, es normal que estornuden varias veces al día aunque no estén resfriados. Deberemos vigilar que el ambiente no sea extremadamente frío o caliente para el bebé, aunque también le puede hacer estornudar un olor extraño, depositar sobre él una prenda fría, etc. No hay por qué preocuparse, esto es normal y en unos meses los estornudos cesarán.
Otro tema habitual son los arañazos involuntarios, los bebés se rascan con frecuencia y sin querer, se hacen unos pequeños arañazos en la piel. Es algo difícil de evitar, pues es la falta de coordinación de los movimientos de los brazos y las manos que lo propician. Lo mejor para evitar estos arañazos, es cortarles las uñas frecuentemente para evitar en la medida de lo posible estos arañazos.
Si ya ha sufrido algún arañazo, siempre debemos procurar que no se toque las zonas donde se encuentran la herida para que no se infecte, una solución sería ponerle unas manoplas suaves para que esté protegido.
Algo muy cotidiano es la regurgitación, aunque parecen vómitos en realidad no lo son, el bebé expulsa un poco de leche por la comisura de los labios a la vez que expira el aire y suele ser causada por una alimentación copiosa. También es posible que sea consecuencia de una incompetencia fisiológica transitoria del cardias (donde se comunica esófago y estómago).
Lo mejor es no obligar al bebé a comer más de lo que le apetezca y siempre mantenerlo erguido durante la toma, una vez que ésta finalice, deberemos ayudarle a expulsar el aire. Un bebé requiere muchos cuidados y mucha atención, es una ardua y gratificante tarea que nos hace crecer como padres.
Más información | Nacer Sano Más información | Babysitio Más información | Crecer Juntos En Bebés y más | Muguet, manchas blancas en la boca En Bebés y más | Cortar las uñas a tu bebé En Bebés y más | Causas de la regurgitación