A quién le toca levantarse de la cama para ir a calmar al bebé es uno de los eternos dilemas nocturnos en las parejas con hijos.
Es posible que haya sido motivo de más de una discusión y en algunos casos llegando incluso a afectar la relación de pareja.
Suele suceder que siempre es uno de los dos (aunque no nos engañemos, suele ser la mujer la mayoría de las veces) quien se levanta de la cama para acudir a calmar al bebé que llora.
El otro, está tan acostumbrado a que la situación será resuelta que ni siquiera se despierta ni se acuerda al día siguiente de que el niño lloró.
Lo lógico es, como en todo lo concerniente al cuidado de los hijos, que la tarea sea compartida.
A todos nos gusta disfrutar de los buenos momentos con los hijos como el baño o los paseos, pero cuando toca lo que a nadie le gusta como levantarse de la cama a mitad de la noche, también es responsabilidad de los dos.
Es positivo para el bebé sentir que papá también acude a tranquilizarle y que el padre se involucre tanto como la madre en los desvelos nocturnos. Además, no es justo que siempre se levante el mismo y que el otro ni se entere.
Una solución es llegar a un acuerdo para levantarse una noche cada uno, o en función del trabajo y las tareas de ambos, que uno se levante algunos días de la semana y el otro, el resto.
Sino cabe la razón, siempre puedes echarlo a suertes con la rueda de la fortuna.
En casa, ejem… no es la excepción. La verdad es que la mayoría de las veces me levanto yo, aunque cada vez tengo menos reparos en despertar a mi marido para que vaya él. Tanto que últimamente ya va resignado por iniciativa propia.
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