Cuatro estudiantes de la Universidad de Cine ESMA de Montpelier, en Francia, han creado este cortometraje de ciencia ficción bastante bueno.
En tan solo 9 minutos deja varios mensajes para que los recojamos y valoremos nuestra manera de vivir y nuestra manera de cuidar y tratar a los niños.
En el vídeo vemos un mundo perfecto lleno de simetría, de orden establecido, de “personas” viviendo vidas idénticas convencidas de que es lo mejor. Un “niño” (entrecomillo porque son extraterrestres) tiene la osadía de jugar y de salir de esa monotonía social, es decir, se atreve a actuar como un niño.
Por ello, por no ser como los demás, por tener unas inquietudes diferentes o por querer vivir de otra manera es tratado de anormal (entiéndase anormal como no normal o fuera de lo habitual), sometiéndole a varias pruebas cognitivas que acaban con una medicación para situarlo en el papel de sujeto pasivo y normal, en consonancia con la sociedad.
Ni puedo evitar pensar en la lucha de gran parte de la sociedad por que el niño sea igual que los demás cuando él se siente diferente. Es evitar que sea único, es no dejarle experimentar desde lo que siente, es apagarle la luz.
Al final del vídeo la historia da un giro maravilloso. Todo lo que hemos visto y que hemos asociado a nuestro comportamiento en la Tierra resulta ser una especie de sub-mundo perfecto que envía a todos los sujetos distorsionantes al planeta tierra en forma de recién nacido.
Esos niños extraterrestres con necesidad de luchar por ser ellos mismos y con un fuerte carácter para defender sus convicciones son enviados a la Tierra en forma de nueva oportunidad para abrir los ojos a sus padres y a los que ya habitan en ella, para cambiar una sociedad que se derrumba (o a mí me lo parece).
Lástima que a muchos de los niños que llegan les acabamos por tratar igual que del lugar de donde vienen, perdiendo así la oportunidad de permitirles cambiar el mundo.
Vía | Flixxy