Viajar con niños: viajes cortos, viajes largos

Viajar con niños: viajes cortos, viajes largos
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Continuamos con nuestro Especial Viajar con niños en Bebés y más, en esta ocasión con algunos consejos más para escoger el destino adecuado, basándonos en la duración del viaje. Porque muchas veces la elección no está entre playa o montaña, campo o ciudad, sino entre viajes cortos o viajes largos.

Nunca sabremos cómo lleva un bebé o un niño un viaje hasta que no lo realicemos. Sin embargo, no es recomendable empezar, por ejemplo, con un viaje a un destino exótico. Con los bebés pequeños, mejor iniciarse con viajes cortos, en los que los desplazamientos no supongan demasiado tiempo ni la estancia en el destino tampoco.

De todos modos, todos conocemos casos de viajes largos con bebés que no lo han sufrido de ningún modo. Mientras estemos atentos a sus necesidades de sueño, de alimentación o de atención, el bebé no tiene por qué estar mal de viaje.

Eso sí, el cambio de rutina (hoy no como, no duermo en casa) puede alterar sus necesidades. Si el trayecto es corto, el bebé estará más cómodo a la llegada al destino.

Viajes cortos, destinos cercanos

Nos decidimos por un destino cercano, que realizaremos en avión o en crucero, en coche o en tren. Las ventajas son fundamentalmente las que hemos visto en la introducción: el cambio de rutina para el bebé será menos evidente.

También para los padres, cómo no. Porque no es lo mismo hacer un desplazamiento de dos horas que de cinco, no hacer transbordos, hacer maletas para menos tiempo, llegar a un lugar con clima similar al de origen…

Todo hace que los destinos cercanos sean más cómodos y sencillos. Este tipo de viajes es ideal para los viajeros primerizos: así nos “entrenamos” y ya daremos el salto más adelante.

Mundo

Viajes largos

Los viajes largos (en trayecto y/o en destino) suponen una mejor planificación, y muchos recursos para que los peques estén bien atendidos y también entretenidos. El entretenimiento en las largas horas de trayecto es fundamental, y ya os hemos dado muchos consejos al respecto. Desde el tradicional “Veo veo” a las nuevas tecnologías al servicio del entretenimiento, todo vale para pasarlo bien y que el viaje no se convierta en una “tortura”.

Escoger las horas nocturnas para hacer el viaje (o parte de él) puede significar un mejor descanso y una menor alteración: el trayecto les (nos) pasará más rápido. Eso, si duermen, claro; de otro modo tendremos un importante “jet-lag” al llegar al destino.

Precisamente el jet-lag es una de las consecuencias que hemos de tener en cuenta si se trata de un viaje largo en avión, o temas como el síndrome de clase turista. Si es posible hacer descansos y estirar las piernas, han de hacerse cada cierto tiempo, unas dos horas. En el avión, en tren o en barco, también es importante moverse.

Las diferencias en cuanto al clima de los destinos también han de tenerse en cuenta. No olvidemos consultar las previsiones meteorológicas y cargar en la maleta las prendas adecuadas, especialmente para los más pequeños, tan sensibles a los cambios de temperatura.

Destinos exóticos

Los destinos exóticos son más delicados para viajar, bien nosotros, bien nuestros bebés o niños. Pocos padres se aventuran a hacer este tipo de viaje con niños pequeños, pues supone un entorno muy diferente al nuestro, en el que hay que tomar precauciones diversas, dependiendo del destino, con la alimentación, el agua, las vacunas…

Siempre hay que cuidar la salud, estar atentos al botiquín de viaje, las cremas solares y los repelentes de mosquitos… Hemos de consultar las necesidades de vacunación de acuerdo a nuestro destino de viaje. Sobre todo ello os hablaremos en próximos temas.

En cualquier caso, si es vuestro primer viaje con bebés o niños, no os recomiendo este tipo de destinos, a no ser que ya hayáis experimentados sobre el terreno anteriormente y sepáis a lo que os enfrentáis.

Cuando no hay más remedio…

En ocasiones no se puede escoger y es necesario hacer un viaje largo o a un destino exótico. Si no hay más remedio que pasar muchas horas de viaje con un bebé o un niño, como por ejemplo en un vuelo transatlántico, o desembarcar en lugares exóticos, habremos de tener en cuenta todos los consejos que hemos dado en los apartados anteriores.

Se puede sobrevivir a un viaje largo. Aunque no tengan experiencia, la tranquilidad de los padres también es un grado. Si mantenemos la calma en cualquier situación, en los imprevistos, en los retrasos, en las paradas… y sobre todo si les hacemos sentirse acompañados, transmitiremos una sensación de seguridad a los niños, lo cual hará que disfruten más del viaje.

Nadie dijo que viajar con niños fuera fácil. Pero tenemos que saber escoger el viaje más apropiado para ellos y para toda la familia, y el viaje se convertirá en una experiencia enriquecedora, ya sea corto, ya sea largo, ya sea a la montaña, a la playa, a la ciudad, al campo… De ello os hablaremos próximamente.

Fotos | livingonimpulse y ToddMorris en Flickr-CC
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