Ante la duda de a quién invitar al cumpleaños del niño, muchos padres optan por hacer un almuerzo de cumpleaños en el colegio y así solventar de un plumazo el tema de los amiguitos de clase, aunque después se haga alguna otra celebración más familiar.
La idea no está mal, sin embargo, hay algunos "peros", porque los almuerzos de cumpleaños en el colegio suelen ser demasiados y poco saludables. En algunos colegios optan por reunirse varios padres y madres para celebrar juntos el cumpleaños, y en otros indican qué tipo de alimentos se pueden o no se pueden llevar, pero también puede haber cierta libertad en la organización de estos almuerzos.
Es habitual que haya prácticamente cada semana un cumpleaños, sobre todo teniendo en cuenta que muchas aulas están por encima de la ratio recomendable (en algunos sitios en un par de años hemos pasado de 20 o 25 alumnos en Infantil y Primaria a 30 alumnos) y que muchos niños que cumplen años en verano lo adelantan o lo atrasan para poder celebrarlo durante el curso escolar.
Si estos cumpleaños no supusieran cambios demasiado significativos en el almuerzo sano de los niños, no pasaría nada. Tampoco hablo de que la invitación sea a base de fruta y agua. Pero de golpe eliminar todo lo que se supone que es un almuerzo saludable y que este se constituya de bollería y zumos industriales más chucherías, no me parece adecuado (repito, no es un día ni dos, son muchos a lo largo del curso).
Una variante de este tema del almuerzo, es la de la bolsa de chucherías como regalo para los niños. Este tema lo hablamos con la maestra de mi hija de tres años (hay muchas alternativas a las bolsas de chucherías y a los almuerzos poco sanos), y ella lo comentó en una de las reuniones de padres y madres.
Se optaba más por dulces o elaboraciones caseras (esto después se ha vuelto ha restringir, optando por alimentos industriales por cuestiones de seguridad alimentaria), y las chucherías como algo menos recomendable. En ocasiones se cumplió, aunque también hemos visto "talleres de cocina" elaborados por padres en el cole que se basaban en chucherías y dulces industriales.
Finalmente, en una de las clases se ha optado por hacer un día de cumpleaños a final de mes para todos aquellos niños que cumplen durante ese periodo. Una buena manera de minimizar los inconvenientes de estos almuerzos "impuestos".
El colegio como entorno saludable
Que nuestros hijos adquieran hábitos de vida saludables es una tarea que empieza fundamentalmente en la familia. Pero ellos pasan muchas horas en el colegio, y este debería ser un entorno que también promueva esos hábitos. Así se hace de manera transversal en muchos ámbitos y en materias específicas como la Psicomotricidad.
Pero no olvidemos que "predicar con el ejemplo" es importante, en este caso con la rutina del colegio. Y el mensaje que les llega a los niños cuando escuchan que la fruta es buena o que no hay que comer muchos bollos y después se permite este tipo de almuerzos o de talleres poco saludables, es bastante confuso, es incoherente.
Y el colegio debería remar todo él en el mismo sentido, en el comedor, en las clases, en los alimentos que se encuentran en la cantina (para los mayores)... Desde la escuela se puede ayudar a prevenir la obesidad, y no es una tarea nimia.
De poco sirve "el día de la fruta" en el colegio si después no se cuidan otros aspectos. Aunque, como surgió en los interesantes comentarios a raíz del post anterior, tal vez es la única manera de asegurarse de que los niños coman fruta al menos una vez a la semana. Los maestros aseguran que llevar esos alimentos saludables para almorzar es prácticamente anecdótico entre los niños.
Nosotros como padres cometemos muchos errores pero intentamos mantener la coherencia en la manera de educar a nuestras hijas. Por eso no celebramos el cumpleaños de las peques con almuerzos en el colegio, ni por supuesto llevamos chuches para los niños. Si hemos querido llevarles un detallito a los compañeros, han sido puzzles, libretitas o pinturines...
Considero que, igual que no me gusta que me digan lo que tienen que almorzar mis hijas, no voy a imponer a los demás niños el almuerzo que yo crea conveniente. En una fiesta particular, fuera del colegio, ya veremos quién viene o quién no viene, y como son cumpleaños más esporádicos, nos permitimos algún capricho. Como algo excepcional. Y las bolsas de chuches (las que nos dan en otros cumples, en los de mis hijas no hay) nos duran varias semanas.
Pero, volviendo al cole, después está la cuestión de que muchos niños no pueden comer de todo, por lo que en el caso de que se vaya a hacer este tipo de almuerzos hay que tener muy claro, preguntando a la maestra o al resto de padres, si hay algún niño con alguna restricción especial. Hemos de conocer si hay niños alérgicos o con intolerancias, o si su religión les impide tomar determinados alimentos... y tenerlo en cuenta.
En definitiva, los almuerzos de cumpleaños en el colegio son demasiados y poco saludables. En distintos colegios se resuelve el tema de otro modo, pero en muchos se deja al libre albedrío de las familias, cayendo en costumbres que no son del agrado de todos y, sobre todo, que no son buenas para los niños.
Fotos | Dragozov y Shardayyy en Flickr En Bebés y más | Los cumpleaños infantiles salen caros, Las fiestas de cumpleaños de uno a tres años, Los parques de bolas o el ocio infantil enlatado