Si no consigues que tu hijo coma fruta, seguro que con esta receta de hoy harás que la disfrute y saboree muchísimo, además de refrescarle en un día caluroso de verano. Es muy importante que los niños se refresquen continuamente en época estival para combatir el calor. Para ello debemos buscar una alimentación que ayude al niño a mantenerse hidratado. La fruta es pues un alimento indispensable para refrescar a nuestros hijos.
Una forma divertida de dar fruta a los niños (sobre todo si son reacios a comerla), es disfrazándola. En este caso hemos preparado unas divertidas piruletas heladas de fruta natural cubiertos de chocolate.
Ingredientes
- Fruta, podemos utilizar cualquier fruta que queramos: La sandía por ejemplo es una de las frutas que más agua contiene (95%). El kiwi es una de las frutas que más vitaminas contiene, sobre todo vitamina C (vitamina capaz de neutralizar el daño corporal que podrían producir los radicales libres. Son además un gran remedio contra el estreñimiento. El melocotón también es una fruta muy dulce y rica para el verano gracias a su contenido en carotenos. El plátano, fruta muy rica en hidratos de carbono y en potasio (mineral que interviene en la regulación de líquidos).
- Chocolate de cobertura para fundir (blanco o negro)
- Palos de madera
Preparación
- Pelamos y lavamos la fruta, la cortamos con la forma que queramos los helados (pensando siempre en que deberá caber un palo de madera).
- Introducimos un palo de polo de madera y lo introducimos como una piruleta en la fruta. Derretimos el chocolate (en el microondas o al baño maría) - aconsejo hacerlo siempre en el baño maría para evitar que se nos queme demasiado, removemos continuamente.
- Sumergimos la fruta con el palo en el chocolate deshecho y la dejamos enfriar sobre papel vegetal. Los metemos en la nevera para que el chocolate se endurezca. También los podéis meter en el congelador, el plátano congelado está delicioso.
Es una receta que podéis practicar con vuestros hijos en casa, les encantará hundir la fruta en el chocolate y sobre todo, ver cómo se endurece el chocolate al cabo de un rato en la nevera, ¡todo un descubrimiento científico para los más pequeños!
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