Las ecografías permiten valorar el desarrollo intrauterino del bebé, convirtiéndose en una técnica de control clave durante el embarazo.
No solo tienen un importante valor diagnóstico, sino también emocional, ya que permite a los padres ver cómo va creciendo su bebé. Habitualmente, se realizan al menos tres ecografías durante la gestación, una por cada trimestre. Nos centraremos hoy en la última ecografía, la del tercer trimestre.
Cuándo se realiza la tercera ecografía
La ultrasonografía o ecosonografía, lo que conocemos como ecografía, consiste en una técnica no invasiva que permite, a través de ondas de ultrasonido, examinar el feto y el resto de estructuras fetales dentro del útero materno.
La tercera ecografía se realiza entre las semanas 32 y 36 de embarazo. Es probablemente la última ecografía antes del nacimiento del bebé, por lo que sirve principalmente para obtener información acerca de cómo se desarrollará el parto.
Esta ecografía se realiza por vía abdominal, excepto en casos precisos en los que se requiera observar la longitud del cuello del útero o la posición de la placenta, si hay sospecha de placenta previa. En estos casos puede ser necesario realizar además una ecografía transvaginal.
En este punto del embarazo, como el bebé ha crecido bastante, se pueden ver sólo partes de su cuerpo.
Qué se observa en la tercera ecografía
- Valorar el crecimiento fetal
- Observar el estado y el grado de maduración de la placenta: permite detectar cualquier complicación de la placenta, como la placenta envejecida.
- Observar la cantidad de líquido amniótico: permite detectar si existe exceso (polihidramnios) o déficit (oligohidramnios) de líquido amniótico.
- Estimar el peso del bebé y descartar que pueda existir crecimiento intrauterino retardado.
- Observar el estado del cordón umbilical: si está nutriendo al bebé correctamente y si existen circulares de cordón. Se puede complementar con una ecografía Doppler.
- Conocer la posición del bebé dentro del útero: si ya está boca abajo, si está encajado en la pelvis, si no lo está, si está de nalgas, etc.
- Detectar cualquier anomalía de aparición tardía o alguna patología del embarazo.
- En el caso de embarazo gemelar, además de valorar lo que mencionamos anteriormente se observa la posición de los bebés dentro del útero, de cara a la planificación del parto.
En algunos casos, los padres pueden observar la carita de su bebé gracias a la tecnología conocida como ecografía 4D, que muestra un aspecto muy similar al que tendrá al nacer.
Después de esta ecografía, lo que nos recomendarán cuando se acerque la fecha prevista de parto son los monitores.
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