Cada día salen estudios nuevos que nos revelan curiosidades sobre los bebés y su forma de venir al mundo. Hoy conocemos la noticia de que los bebés nacidos por fecundación in vitro son más altos que los nacidos por embarazo natural.
El descubrimiento lo ha hecho un equipo de investigadores del Instituto Liggins de la Universidad de Auckland, el cual halló en 200 casos que los pequeños concebidos a partir de embriones in vitro (no congelados) son de media 2,6 centímetros más altos que los otros al cumplir los seis años de edad.
La diferencia es significativa, sobre todo en el caso de las niñas, aún cuando se tuvieron en cuenta variables hereditarias como la altura de los padres.
No se sabe a ciencia cierta la causa, deberán seguir las investigaciones en esta línea, pero se barajan dos hipótesis.
La primera, debido a que el perfil hormonal de los bebés nacidos por fecundación in vitro es distinto, posiblemente por los fármacos que toma la madre para estimular la ovulación o preparar la matriz para la implantación.
La segunda, que sea producto de la selección que realizan los médicos al elegir los embriones de mayor tamaño para que tengan más posibilidades de sobrevivir.
Por el motivo que sea, y aunque se necesitaría un estudio más concluyente, que los bebés nacidos por fecundación in vitro sean propensos a ser más altos que los niños concebidos de forma natural es un dato bastante llamativo.
Vía | ABC Foto | audi_insperation en Flickr