Hace unos días publicaba Magnet un reportaje sobre el homeschooling en España, y en Bebés y Más os hablábamos de todas las consideraciones que debería asegurarse una familia que esté planeando ejercerlo, vistas las experiencias de multitud de familias entrevistadas que en su momento se decantaron por esta opción.
La pregunta clave y ulterior es por qué. Qué mueve a una familia, a uno o varios progenitores, a escoger una opción educativa ilegal en España, que como mínimo, sin entrar a valorarla, les va a suponer bastantes dolores de cabeza extra respecto a los que ya supone de por sí la mera crianza.
De la literatura a la libertad educativa
Clara (nombre ficticio ya que exige anonimato) es una madre española cuyo hijo todavía no está en edad escolar, pero lo estará de forma inminente, a partir del próximo 1 de septiembre, cuando con la ley en la mano deba estar escolarizado. Ella, junto a su marido, ya tomó la decisión de practicar el homeschooling hace más de tres años. En su caso, la lectura de algunos artículos le “abrieron los ojos” y comenzó a profundizar en el tema sin vuelta atrás.
En algunos casos, todo comienza con la lectura de tesis que agradan y a partir de ahí llegarán información y decisiones
Roland Meighan y Alan Thomas fueron los dos autores en particular que le marcaron en un primer momento.
Ambos figuran en el libro Educar en casa día a día que edita la Asociación para la Libre Educación. John Holt, a través de sus libros El fracaso de la escuela y Cómo aprenden los niños también es otro autor clave en su elección.
Literatura que le ha hecho considerar que lo más coherente es “investigar qué es lo que realmente necesitan los niños y cómo aprenden mejor”, y que son los padres quienes deberían poder elegir cómo y dónde educan a sus hijos.
"Una educación más respetuosa"
Laura Mascaró, madre y activista homeschooler, cuenta que esta decisión, aunque no es fácil necesariamente, está “llena de ventajas”. Según ella, cuando un niño es educado en casa esa educación sigue su ritmo, sus intereses, y es él quien manda en ella. “Esto no significa que puedan hacer lo que quieran, pero sí es una educación mucho más respetuosa con él”.
No obstante, Laura cree que no se puede hablar de una motivación única, ni siquiera de algunas en concreto, ya que cada familia tendrá una distinta. En algunos casos, incluso por haber tenido una mala experiencia con la escolarización tradicional.
"Mis intereses y a mi ritmo"
Leonel Virosta es una de las figuras más reconocidas en el homeschooling entre quienes la han experimentado en sí mismos: este avulense de 19 años, hijo de actores, terminó la educación primaria de forma tradicional, escolarizado.
En el caso de Leonel se consideró que lo mejor para continuar con su educación era un entorno doméstico en el que él marcase su ritmo
A partir de ahí, estudió la ESO y el Bachillerato en una escuela a distancia estadounidense, pero desde España. La decisión familiar fue "principalmente, por la posibilidad de seguir mis intereses y mi ritmo de aprendizaje. Sentíamos que en mi casa iba a desarrollar más mis habilidades, más que en un ambiente concentrado de instituto”.
Leonel habla de cómo sentía que su evolución dentro de un aula era más lenta y tediosa que como realmente le gustaría a él, que se define como "curioso desde siempre". Poder formarse por su cuenta y a su ritmo le gustó mucho más, según nos cuenta. Hoy estudia Biología Celular en la Universidad de Manchester.
Son tres testimonios de tres figuras muy diferentes en el panorama del homeschooling: el de una madre que tiene que esconderse, el de una madre que decide significarse y visibilizarse, y el de un estudiante que ya es mayor de edad y completó sus estudios secundarios con este modelo. Otros casos evocan a cuestiones incluso religiosas. Como dijo Laura, cada familia tiene su motivación.
Imagen destacada | Wikimedia Commons.