Los contaminantes del oxígeno que respira la madre también le llegan al bebé a través de la sangre del cordón umbilical. Por tanto, la calidad de aire que respira la embarazada mientras un nuevo ser está creciendo en su interior tendrá mucho que ver con su desarrollo.
Un estudio reciente, a cargo del profesor Hagai Levine de la Escuela de Salud Pública Hadassah Braun de la Universidad Hebrea (HU), mostró inequívocamente que la contaminación del aire está asociada con bebés con bajo peso al nacer.
La investigación, basada en poco más de 381,000 nacimientos durante 11 años, brinda una visión poco común de los efectos de la contaminación en los fetos y bien puede ser un barómetro de otros impactos en la salud.
El hecho de que se hiciera en Israel es significativo puesto que es el país con la tasa de fertilidad más alta entre los países de la OCDE y altos niveles de contaminación del aire, convirtiéndose en un lugar ideal para buscar una asociación entre el bajo peso al nacer y la mala calidad del aire.
“Hasta ahora, la literatura no estaba clara, pero ahora hemos demostrado en un gran estudio una clara asociación entre la exposición de la madre a la contaminación del aire y el bajo peso al nacer”, dijo a The Times of Israel el profesor de epidemiología Hagai Levine de la Universidad Hebrea.
Los datos utilizados por el equipo de investigación incluyeron: datos personales anónimos de las madres, incluida la zona donde vivían y el peso de sus bebés al nacer; y la concentración diaria de contaminantes del aire en cada kilómetro cuadrado de Israel, derivada de datos satelitales.
El estudio mostró claramente la asociación entre el nivel del contaminante del aire PM 2.5 (partículas suspendidas en el aire que tienen un diámetro de menos de 2.5 micras) y el bajo peso al nacer.
También reveló que las madres que tenían bajo peso y las de nivel socioeconómico más bajo eran más vulnerables a la exposición a la contaminación del aire.
Además, el estudio encontró que la asociación con la contaminación del aire era más fuerte entre las niñas y los primeros nacimientos, un hecho que se cree que se debe a un mecanismo biológico que aún no se ha identificado.
Bajo peso al nacer: las consecuencias
En la actualidad, uno de cada siete bebés en el mundo nace con bajo peso, lo que ocasiona graves consecuencias en su salud.
Cuando se habla de "bajo peso", se refiere a los bebés que pesaron menos de 2,500 kilogramos al nacer. Lo normal, es que un recién nacido niño pese entre 2,500 y 4,300 kg. y entre 2,400 y 4,200 kg. si es niña.
El bajo peso de un bebé puede presentarse en dos situaciones: cuando nace de forma prematura o cuando llega a término pero es demasiado pequeño para su edad gestacional debido a un crecimiento intrauterino retardado.
Nacer con bajo peso ocasiona consecuencias en la salud del niño, tanto inmediatas como a futuro, como un mayor riesgo de sufrir retrasos en su desarrollo y crecimiento, favorece la aparición de enfermedades como diabetes o enfermedades cardiovasculares como hipertensión, así como enfermedades mentales.
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