Cloasma, estrías, manchas… son algunas de las palabras que a toda embarazada empiezan a sonarle. Como otros órganos durante esta etapa, la dermis sufre determinados cambios y hoy nos centramos en nueve cosas que has de saber sobre la piel en el embarazo, cuestiones que te interesan si estás esperando un bebé.
El sol, con protección. El sol en pequeñas cantidades es beneficioso pero hay que tomarlo con precaución, aplicando una crema protectora para evitar quemaduras y que la piel sufra más de lo necesario. Recuerda, en esta etapa se recomienda un factor solar alto y mejor sin PABA. La protección también ayudará a prevenir el cloasma, del que hablamos a continuación.
Cloasma y cambios hormonales. El cloasma o “máscara del embarazo” son manchas oscuras que aparecen en la piel debido a factores hormonales unidos a la exposición solar. El aumento de los niveles de estrógeno y progesterona provoca un incremento de la secreción de melanina. La cara suele ser la más afectada, por lo que también hemos de procurar que esté más protegida.
La línea alba. El aumento de la producción de melanina también se nota en el vientre de la embarazada, con esta línea que suele salir alrededor del cuarto mes de gestación y que va del pubis al ombligo. Es más visible en mujeres con piel oscura.
La piel puede estirarse hasta diez veces en el embarazo, máxima distensión cutánea que se produce, como es lógico, en el vientre de la mujer. Otras partes del cuerpo también aumentan: pechos, pies, nalgas... dependiendo de otros factores relacionados con el aumento de peso y la salud general de la embarazada.
Las estrías no siempre aparecen. Las estrías son pequeñas cicatrices que salen en la piel cuando esta se estira y no tiene elasticidad suficiente, dejando marcas alargadas. Para prevenirlas, es necesario que la piel esté bien hidratada, sobre todo la de el vientre, que es la zona que más se va a agrandar. Las cremas y una alimentación adecuada que también hidrate la piel pueden contribuir a que las estrías no hagan su aparición, aunque influyen otros factores que podrían provocar que surgieran de cualquier modo.
La piel también se hidrata desde dentro. Como acabamos de apuntar, la piel también se mantiene hidratada gracias a una buena alimentación, rica en frutas y verduras y a la ingesta abundante de agua. Estos hábitos también aportan muchos otros beneficios en este periodo.
Rostros relucientes. Los cambios hormonales también pueden provocar que la cara de la embarazada esté más reluciente debido a que las glándulas sebáceas segreguen más grasa de lo habitual. No obstante, esto también implica que puedan hacer su aparición los temidos granos.
Vuelta a la adolescencia: acné y espinillas. La segregación de las glándulas sebáceas en el embarazo puede provocar que aparezcan granitos en la cara, es el acné durante el embarazo. El uso de un jabón específico que mantenga los niveles de ph del rostro estables puede reducir estos antiestéticos compañeros.
Erupciones cutáneas. Otra consecuencia de los cambios hormonales y que en esta ocasión molestan, porque provocan picor, son las erupciones cutáneas en el embarazo. Por suerte, no es tan común como otras de las afecciones vistas, se da aproximadamente en uno de cada diez embarazos y suele aparecer al final de la gestación. Se conocen como "erupción polimorfa del embarazo" y aparece frecuentemente en abdomen, muslos y nalgas, extendiéndose a otras partes del cuerpo en ocasiones.
Si estás esperando un bebé, ten en cuenta estas nueve cosas que has de saber sobre la piel en el embarazo. Esperamos que los consejos te sean útiles para mantener una dermis más saludable.
Fotos | Thinkstock y seanmcgrath en Flickr-CC
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