Seguro que muchas mujeres embarazadas se han topado en el discurrir de su meses de gestación con un elemento que antes desconocía: las suscripciones de regalo a determinadas revistas sobre el embarazo y el bebé.
En el ginecólogo, en la tienda de puericultura, en los centros de preparación al parto… Junto a pequeñas canastillas o simplemente en folletos preparados para franquear en destino, hay diversas revistas que ofrecen esta opción. Es un buen modo de estar “al día” en temas que generalmente no tocamos, aunque hay muchas tendencias en esto de las revistas sobre bebés y maternidad.
A lo largo de mi primer embarazo pude beneficiarme de estos “regalos” que sí, son gratuitos, aunque después quieran algo a cambio.
Normalmente son suscripciones por unos cuantos números de las revistas, aunque tenemos que dar nuestros datos para que nos lleguen por correo postal, donde también recibiremos propaganda diversa durante una temporada: enciclopedias sobre el mundo de los bebés, libros infantiles, dvds…
Además, en algunas peticiones hay que dar el número de teléfono de contacto, por lo que también es probable que nos llamen para ofrecernos hasta cursos a distancia de socorrismo pediátrico.
Si no recuerdo mal, existía una opción en algunos formularios de petición para pedir que no deseábamos publicidad, yo suelo marcar estas casillas, y sin embargo recibí todo tipo de “ofertas”.
Ofertas que rechacé o a las que hice caso omiso, incluso cuando te llega la última revista con el aviso de que a partir de ahora no la recibiré más a no ser que pague por ella, con un fabuloso regalo de bienvenida, eso sí.
Por cierto, todas las revistas han debido incluirme en la lista de “suscriptores de rentabilidad cero”, porque durante mi segundo embarazo no me han enviado ni un solo ejemplar..., a pesar de que he vuelto a solicitarlos. ¿O será la crisis?
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