Hace un tiempo ya salió una noticia similar, y el caso se ha vuelto a repetir. Una opositora malagueña es la segunda mujer que se examina en un hospital tras dar a luz.
Una, que ha "sufrido" varias oposiciones, sabe los nervios que se pasan y lo dura que puede llegar a ser una jornada de exámenes. Reucerdo cómo en una ocasión una chica que opositaba vino a los exámenes con su bebé de apenas unas semanas para poder atenderlo, y pensé lo fuerte y decidida que era.
También me lo parece esta opositora que, tan sólo 48 horas después de dar a luz, se presentó a unas oposiciones desde la habitación del hospital donde nació su hijo. Se llama Natalia, y realizó, al mismo tiempo que sus compañeros, 2 exámenes para administrativo y auxiliar administrativo.
El poder examinarse desde el hospital se lo debe a la Ley de Igualdad, que, por cierto, va incluida en su temario. El bebé, Alejandro, se adelantó para venir al mundo antes de lo previsto, pero eso no ha echado atrás los planes de su mamá, que ha podido seguir adelante en sus deseos de conseguir una plaza de funcionaria en la Junta de Andalucía.
No podía tener teléfono móvil, ni compañía el día del examen (excepto la persona que la custodiaba), y los nervios fueron muchos. En el pasillo tenía que haber, al menos, una profesional sanitaria por si surgía algún imprevisto.
Lo que no me parece tan bien es que no la dejaran tener a su hijo al lado, al que tuvo que amamantar antes de empezar el examen. Ya sabemos que los bebés recién nacidos no entienden de horarios, y estos exámenes de oposición no son precisamente cortos. Además seguro que no le podía "soplar" ninguna respuesta...
En fin, le deseo suerte y fuerzas por si sigue adelante con el proceso opositor, y sobre todo la alabo por su fuerza de voluntad y su decisión. Yo no sé si hubiera podido en su misma situación...
Vía | Público