Una de las situaciones más horribles que llegamos a vivir los padres cuando vamos al médico con nuestros hijos es cuando tienen que pincharles una analítica. Son pequeños, a veces bebés, no siempre se les encuentra la vena a la primera, no entienden por qué se les hace daño, lloran, se les inmoviliza para que no se hagan daño, lloran más e incluso hay enfermeras con poco tacto que les amenazan con quedarse solos e historias similares, de esas que se definen como "para no dormir".
No es plato de buen gusto y con ellos, sobre todo con ellos, es cuando uno se dice eso de "madre mía, con todos los adelantos que hay y aún hay que sacar la sangre de la vena para saber cómo está un niño". Vamos, que muchos hemos llegado a pensar que por qué no inventan algo para hacerles analíticas sin pincharles. Pues bien, ese algo ya existe, así que al parecer estamos cada día más cerca de verlo.
Estoy hablando de un aparato que se está probando actualmente en el Hospital de Badalona, que permite hacer una analítica de sangre sin pinchar. Esto de por sí ya lo hace una herramienta valiosísima, aunque la noticia puede ser aún mejor: los resultados se pueden obtener en tan solo 6 minutos.
Vamos, imaginad que vas al médico porque tu hijo come poquísimo y al pediatra le saltan las alarmas. Sospecha que tu hijo podría tener anemia y decide saber hasta qué punto está en lo cierto. Le hacen al niño la prueba y a los seis minutos ya saben cuáles son sus niveles de hierro en sangre. No digo que haya que hacerlo al instante, que la logística siempre es complicada, pero oye, solo con que te den hora en uno o varios días, según urgencia del tema, y al niño no le hagan daño... yo firmo donde sea.
El aparato funciona a través de unos sensores que miden la temperatura del cuerpo. A partir de los cambios bioquímicos que se producen en el organismo el dispositivo puede llegar a revisar más de 130 parámetros de la sangre. No son todos los que se pueden mirar, y seguro que para muchas pruebas habrá que seguir pinchando, pero sí son los suficientes como para que muchas personas y niños se ahorren "el mosquito" dichoso.
Según Alejandro Valverde, jefe del proyecto:
Cada reacción química que se produce en el interior del organismo genera una temperatura que se expele al exterior. Lo que hace este dispositivo es medir esta temperatura y, según un algoritmo, hacer los cálculos para los diferentes parámetros.
El sistema, desarrollado en Rusia y Ucrania, se basa en tecnología aeroespacial y ya ha sido homologado en diez países.
Ahora solo falta que se acaben de hacer las pruebas pertinentes, que se corrobore que los resultados son fiables y que los hospitales y centros sanitarios empiecen a comprarlos y utilizarlos. Si pueden comprar pocos, yo ya les pido desde aquí que uno, al menos uno, vaya para pediatría, que son los que más sufren.
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