En abril, Ikea emitía una alerta urgente después de que tres niños murieran aplastados por sendas cajonera de su línea MALM. Advertía del peligro que tienen estas cajoneras para los niños si no están ancladas a la pared, puesto que pueden trepar y, debido a su inestabilidad, tumbarla quedando ellos aplastados debajo.
En junio, la firma sueca anunció que retiraba la cómoda MALM en Estados Unidos y Canadá (en España no se retiró) y tras una mediación judicial, alcanzó un acuerdo para pagar 50 millones de dólares (48 millones de euros) que se repartirán entre las tres familias.
Dado que los accidentes domésticos son más frecuentes de lo que esperamos (cada día suceden más de dos mil muertes de niños por lesiones no intencionadas en el mundo), la seguridad en casa cuando hay niños pequeños es primordial.
A veces los riesgos están donde menos lo imaginamos, como por ejemplo los cordones de persianas y cortinas, el mando de la televisión, así como en las cajoneras y los muebles de televisión, teniendo en cuenta la curiosidad innata de los más pequeños.
Curren Collas, Camden Ellis y Ted McGee, eran los tres niños de dos años de edad que fallecieron aplastados por las cómodas MALM al venírseles encima por no estar fijadas a la pared. En su demanda, las familias reclamaban que el diseño de las cómodas no es seguro, lo que las hacía “inestables” y “volcaban fácilmente”.
Y a pesar de que en las recomendaciones de montaje se recomienda fijar el producto para evitar que vuelque, los demandantes aseguran que el fabricante sueco había rechazado reiteradamente cumplir los estándares voluntarios de seguridad para la estabilidad de sus cómodas y cajoneras.
El acuerdo incluye que Ikea haga tres donaciones de 50.000 dólares a tres hospitales en memoria de los tres niños fallecidos y otra de 100.000 dólares a la Fundación Shane’s, una entidad sin ánimo de lucro dedicada a la seguridad de los niños.
Vía | El País
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