El ambiente en las Unidades de Cuidados Intensivos (UCIN) influye en el desarrollo del bebé prematuro, por lo que aunque se cuente con el equipo preparado para estimular y cuidar de él, puede ser un lugar poco acogedor. Por eso, algunos hospitales solicitan el apoyo de abrazadores voluntarios, que sostengan a los bebés cuando los padres no pueden estar presentes.
Durante 15 años, el área de Cuidado de la Salud Infantil del Hospital Scottish Ride en Atlanta tuvo a David Deutchman, mejor conocido como "ICU Granpa" (Abuelo UCI), un abuelito voluntario que dedicó sus tiempos libres a visitar el hospital para abrazar a los bebés que ahí se encontraban cuando sus padres no estaban, y que tristemente falleció hace unos días a causa del cáncer.
El "Abuelo UCI"
Fue hace más de tres años cuando compartimos la historia de David, acompañada por la fotografía que encabeza este artículo. A pesar de que en aquel entonces el mundo recién conocía su existencia, él ya tenía 12 años participando como abrazador voluntario.
Tras retirarse de su carrera de 41 años en marketing internacional, no encontraba qué hacer con su tiempo libre, hasta que un día decidió preguntar si necesitaban voluntarios en el hospital. Y ahí, hace 15 años, comenzó la preciosa labor de este abuelito, que durante ese tiempo ayudó emocionalmente a decenas de bebés y sus familias.
David, quien era padre de dos hijas y también tenía sus propios nietos y algunos bisnietos, disfrutaba mucho pasar dos días a la semana abrazando a los bebés más pequeñitos y jugando con los mayores de la UCI Pediátrica, a la que también solía asistir.
Este año, David pensó en retirarse, pues ya no se sentía con la misma energía que hace unos años, y con la llegada de la pandemia, su trabajo como "Abuelo UCI" llegó a su fin, pero la huella que dejó no solo en las familias, sino en el personal con el que estuvo trabajando durante tantos años, quedará marcada para siempre.
Hace apenas tres semanas David fue diagnosticado con cáncer pancreático en etapa cuatro, y al conocer la noticia, el personal del hospital, así como muchas de las familias y bebés que apoyó a lo largo de los años, le organizaron una caravana en la puerta de su casa, demostrándole así su cariño y agradecimiento.
Este fin de semana, David murió en casa a sus 86 años, algo que dejó muy triste a su familia, en especial por la rapidez con la que sucedió todo. Pero a pesar de este final, comparten que en sus últimos días él les dijo que se sentía muy agradecido de haber vivido una vida tan llena y enriquecedora como la que tuvo.
Vía | Parents
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