El Instituto Nacional de Estadística ha publicado por primera vez la proyección de Hogares para el periodo 2014/29. Se trata de una nueva operación estadística incluida en el Plan Estadístico Nacional, que se ha diseñado con el fin de proporcionar información actualizada del número de hogares, y ofrecer una simulación estadística en función de su tamaño.
Y creo que esto es lo que nos debería importar: el tamaño, porque si bien el número de hogares residentes en España se incrementaría un 5,2 por ciento, la disminución de la población residente en viviendas familiares, sería de un 2,5 %.
Entre 2014 y 2029 los hogares más pequeños (de una o dos personas) seguirían creciendo, mientras que los de mayor tamaño decrecerían, en particular los de cinco o más personas, manteniendo así la tendencia de los últimos años
Esto podría confirmar una de las paradojas modernas de las que más hemos oído hablar: “vivimos en casas más grandes pero también más vacías”. Haciendo alusión a la desaparición de la convivencia con familia extensa, y la reducción de las tasas de natalidad; así como a la consolidación de la tendencia a tener sólo un hijo.
Menos población residente
El INE también ha realizado una nueva Proyección de la Población de España 2014–2064, que confirma el progresivo aumento de las defunciones y la disminución de los nacimientos (se acusará a partir de 2040).
El saldo vegetativo será negativo desde 2015, y no se vería compensado con el saldo migratorio
Así, España perdería España perdería un millón de habitantes en los próximos 15 años y 5,6 millones en los próximos 50 años
Las únicas comunidades autónomas que podrían ganar población en los próximos 15 años son Comunidad de Madrid, Canarias, Illes Balears, Región de Murcia y Andalucía.
Hogares más pequeños
La proyección del INE refleja el resultado que sobre el número de hogares tendría la prolongación de tendencias demográficas y comportamientos sociales observados hoy en día. De hecho, hace tres años y en la Proyección de la Población en España a Corto Plazo, se anunciaban tasas de crecimiento demográfico negativas.
Un hogar según la definición de la RAE es el “sitio dónde se hace la lumbre en las cocinas, chimeneas…”, aunque el término también hace alusión a la casa o la familia. El significado actual viene dado por el origen del término, que tras su evolución venía a referirse a la familia que habita la casa en la que se encuentra ese lugar dónde se prepara el “fuego”.
Es un concepto ligado a las relaciones familiares, pero también al apoyo y la ayuda que se pueden prestar los miembros de la familia. De hecho esta última podría ser el vestigio de las comunidades naturales.
Desconozco las consecuencias a nivel social que puedan tener para las familias un aumento de hogares junto con una disminución de personas, aunque si ello se traduce en menos natalidad (y será así, entre otros factores que influyan), podemos imaginar una sociedad que a la larga tenga dificultades para prestar determinados servicios a las personas (por ejemplo)
En las familias se observan los cambios sociales con claridad, y la mutación en su tamaño y composición, puede considerarse como una crisis o simplemente como un cambio, pero sea como sea, la familia debe asumir el reto de suplir los déficits que provocan estos cambios en las relaciones conyugales, paternales y filiales.
Intuyo que la rotura de según que tejidos sociales, pueda originar desprotección en las personas que se encuentran más vulnerables.
Imágenes | Lars Plougmann, James Benninger
Vía | Key4 Communications
Más información | INE
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