No todas las alergias que se presentan en la infancia son de origen alimentario, como sabéis, puesto que también estamos expuestos a alérgenos ambientales como el polen, o el moho. Y en este sentido, cabe destacar la alergia a animales de pelo, y en menor medida, de pluma, que provocaría un cuadro respiratorio o cutáneo de distinta gravedad según el afectado.
Es por esto que nos hemos decidido a ahondar un poco más en este tema, que nada tiene que ver con posibles reacciones alérgicas a proteínas animales o picaduras de insectos. Seguro que conocéis a personas que han debido tomar una decisión a causa de la alergia que les provocaba el contacto con sus animales de compañía, de los cuales suelen ser los gatos los que más problemas alérgicos presentan.
El origen de este tipo de alergias es mayoritariamente la caspa, y son provocadas por el contacto directo o indirecto (a través de otras personas) con el animalSe calcula que en torno al 10 por ciento de la población general es alérgica a los animales domésticos, y entre los afectados por asma, un 30 % presentan cuadros de estas alergias, por lo cual es un aspecto a considerar el hecho de que los alergenos responsables estén contenidos en la caspa, o también en la saliva o plumas del animal.
¿Y si es la mascota la causante de la alergia en los niños?
Como he comentado, los gatos - seguidos por los perros - son (debido a una mayor presencia en los hogares) los animales que con más frecuencia ocasionan alergias a los niños, aunque cualquier animal de pelo puede causar potencialmente estos problemas.
Los animales renuevan la piel, lo cual desemboca en un desprendimiento de pequeñas escamas que quedan en el aire y son inhaladas. Son las pruebas diagnósticas de alergia las que determinaran la causa principal, por lo que no vale la pena tomar decisiones precipitadas, ni elaborar conjeturas.
Sin acudir a un alergólogo es complicado imaginar la causa, puesto que a la alergia puede haberse desarrollado a partir de contactos indirectos, y la aparición posterior (a veces tardan meses / años en desarrollarse) de síntomas seguro que nos sorprende (cuando no nos desconcierta). Es decir a partir del desarrollo de la enfermedad, cualquier contacto directo o indirecto en espacios cerrados o abiertos puede ocasionar algún tipo de sintomatología relacionada.
¿Qué es un contacto indirecto?
La caspa (escamas) de la que hemos hablado, no sólo están en el aire, exponiendo a personas potencialmente alérgicas, sino que también son portadas por adultos o niños que han estado en contacto directo con animales, o en lugares con algún tipo de presencia animal. En ocasiones, hasta se han encontrado escamas de piel de gato en hogares que no han tenido nunca uno de estos felinos.
Síntomas de la alergia a animales
El cuadro coincide con el que se presenta frente a otras sustancias ambientales, y los síntomas no siempre son inmediatos. El niño afectado presentará rinitis, conjuntivitis, urticaria, estornudos, picor o incluso inflamación de mucosas. Sin embargo no tienen por qué aparecer diariamente, y también ocurre que provocando la alergia una inflamación, las vías respiratorias se vuelven más sensibles a estímulos como la contaminación; por esto los síntomas agudos no siempre se presentan en presencia del animal, sino también por la exposición al estímulo.
Tratamiento de la alergia a los animales
Una vez diagnosticado el problema, puede que el médico prescriba un tratamiento preventivo para evitar reaccionasagudos, así como medicamento de rescate (alivio de crisis) como antihistamínicos o broncodilatadores. Como norma general se recomienda no tener contacto con el animal, es decir buscarle a la mascota otro hogar dónde lo quieran tanto como nosotros. Puede ser la casa de unos amigos, de los abuelos, pero… el ‘pero’ es que esto no es tan fácil, porque hay muchas implicaciones que dificultan esta decisión.
Existe la inmunoterapia específica (vacunas) pero usualmente se administran a personas alérgicas a las que no queda más remedio por su profesión que mantener el contacto con distintos animales.
No he hablado de ‘deshacerse del animal’, pero aún así, si vamos a permitir que se quede en casa,...
El niño afectado no podría acercarse al cajón de arena del gato, y tampoco cepillar el pelo a perros o gatos (algo que es tan relajante para el receptor de las caricias como para el que las da). Y mucho menos dormir con él o recibir lametones. Además las otras personas que comparten la casa con animal doméstico y afectado, deberían lavarse las manos cuando acaricien o jueguen con el primero (sea gato, perro o hámster).
La habitación del niño se convertirá en territorio prohibido para los habitantes de cuatro patas (o de dos con plumas), y se mantendrá siempre bien ventilada.
Tampoco se permitirá que el pequeño ayude a limpiar jaulas de aves o pequeños roedores
Hay purificadores de aire, y aspiradoras con filtros específicos que nos pueden servir para minimizar el impacto, en cualquier caso, se deberá consultar con el médico y pedir más información en la tienda, o directamente al fabricante.
¿Se evita el riesgo adoptando a animales sin pelo ni plumas?
Los expertos recomiendan la ausencia de exposición a cualquier tipo de animal, puesto que las escamas que suelta la piel no sólo son caspa del pelo, así que también las aves (aunque su incidencia es menor) y los reptiles pueden causar alergia, de forma más excepcional, eso sí.
Es verdad que hay informaciones que hablan de razas de perros cuya piel contiene menos alergenos (Malteses, Crestados chinos, Schanauzers…), y que los gatos Esfinge apenas tienen pelo. En cualquier caso conviene informarse y saber entender las diferencias, lo cual nos ayudará a tomar la mejor decisión.
Cuando no queda más remedio que alejar del hogar al compañero de juegos de los niños, es cuestión de atender los sentimientos de nuestros hijos, y evitar las culpas; esto último implica impedir que los hermanos del niño alérgico le señalen como causa del alejamiento. Eso, y procurar que no sea demasiado duro para el animal, así que busquemos un hogar acogedor, y facilitemos a sus nuevos dueños, sus objetos (juguetes, cama, mantitas, etc.); también podíamos programar visitas, siempre procurando que el alérgico evite el contacto con una casa en la que habrá seguro presencia de caspa de animales.
También querría comentar que la evolución de la alergia no se puede predecir, e incluso si remite con el tiempo, no sería conveniente exponer a la persona de nuevo a los alergenos; por el riesgo de que se vuelvan a desarrollar sintomatología.
Y por último, a pesar de todo lo expuesto, que los animales domésticos sean causantes de alergias en una parte de la población, no quiere decir que cualquier niño o adulto conviviendo con mascotas, vaya a desarrollar esta enfermedad. De hecho hay investigaciones que relacionan la exposición temprana a los animales con una mayor inmunización (aunque es un tema controvertido que también tiene detractores).
Por eso si tenéis gatos, perros, cobayas o periquitos en casa, disfrutad de ellos; la preocupación sólo debe aparecer cuando aparecen síntomas de alergia en contacto con un animal, o cuando las pruebas de alergia nos indican exactamente que el problema radica en estos maravillosos seres que nos acompañan cada día, pidiendo muy poco a cambio.
Imágenes | Acy Varlan, Mike Baird Más información | SEICAP, Kids Health En Peques y Más | El gato, una buena mascota para niños: precauciones a tener en cuenta, ¿Están nuestros hijos preparados para tener una mascota?, ¿Se puede prevenir la aparición de alergias en los niños?