Hoy se ha realizado un llamamiento para que sea aliviada la carga económica que suponen los libros de texto para muchas familias. Han sido la Defensora del Pueblo y el presidente del comité español de UNICEF, los que han recordado que a principio de curso, los libros suponen una partida destacada en los presupuestos familiares.
El año pasado se publicaba un estudio “Gratuidad de los libros de texto: programas, ayudas, préstamos y reutilización”, que señalaba la necesidad de que fueran habilitados medios para que los niños pudieran cursar enseñanzas obligatorias gratuitamente (como establece nuestra Constitución).
El Defensor del Pueblo recomienda que se favorezcan los sistemas de préstamo y reutilización de los libros de texto y destaca que los materiales escolares tienen un alto coste para la sociedad, vía presupuestos del Estado, de las comunidades autónomas y para los padres.
Para ello es necesario que los alumnos tengan el hábito de cuidar los materiales o libros a fin de poderlos reutilizar o prestar. Pero en estos dos primeros años de implantación de la LOMCE esto será difícil, puesto que en los cursos en los que haya cambios, los libros son de reciente introducción, debido a cambios en asignaturas y modificación de contenidos.
Los representantes de las entidades que realizan el llamamiento creen que se puede romper el círculo de la pobreza mediante la educación, pero para ello debe existir acceso en igualdad de condiciones a esta
Así pues se ha instado a administraciones e instituciones a poner en marcha medidas para alcanzar la gratuidad y promover sistemas universales de préstamo y reutilización. De hecho en la propia LOMCE, la Disposición Adicional Quinta, señala que el Ministerio promoverá el préstamo gratuito de libros y otros materiales en centros sostenidos con fondos públicos.
La cuestión aquí es si los libros de texto son necesarios, o más bien si es necesaria la cantidad de libros que los niños necesitan en un solo curso escolar. Que no se me enfaden los editores, que ya apuntaban el escaso incremento de precio de los libros para este curso (aunque no sé qué pensar de los 240 euros que cuestan para una niña en Tercero de Primaria).
Un tema para explorar, que ya voy teniendo ganas de hacerlo, y más desde que leí esta entrevista a Carmen Babe, directora de un centro público de Primaria en Madrid que obtiene resultados excelentes, ¡y sin libros de texto!
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