El cuerpo de la mujer ha sido concebido para albergar gestaciones de un sólo embrión. Por lo tanto, un embarazo múltiple está asociado a un mayor riesgo de experimentar ciertas complicaciones durante la gestación.
Esto no significa que necesariamente ocurran complicaciones en el embarazo de gemelos, ya que la mayoría de estos niños nacen perfectamente sanos, pero si estás esperando dos o más bebés conviene estar al tanto de los posibles riesgos.
Las complicaciones más comunes en el embarazo de gemelos son:
Aborto espontáneo en el embarazo de gemelos
En todos los embarazos hay cierto riesgo de sufrir un aborto espontáneo. Se cree que un 20 por ciento de los embarazos no llegan a término. En el caso de embarazo gemelar, el riesgo se multiplica al aumentar las probabilidades de que se produzca una anomalía genética durante la primera fase del embarazo.
Uno de los casos más frecuentes de aborto espontáneo en el embarazo de gemelos es el conocido como síndrome del gemelo evanescente o del gemelo desaparecido. Ocurre cuando uno de los bebés, por causas aún desconocidas o por lo que se cree que pudiera ser un mecanismo de defensa, es absorbido por la madre, por la placenta o incluso por el otro bebé en las primeras semanas de gestación.
Es posible que en estos casos ni siquiera se detecte que ha habido más de una concepción.
Bajo peso al nacer
Se considera que un bebé nace con bajo peso si pesa menos de 2,500 gramos, mientras que un bebé de 1,500 gramos o menos es considerado un bebé de muy bajo peso.
El bajo peso al nacer está relacionado con la prematuridad, de la que también hablaremos más adelante. Estos bebés son más propensos a sufrir dificultades físicas durante el parto y las primeras horas de vida y mayor riesgo a sufrir diversas enfermedades respiratorias, especialmente durante el primer año de vida. También está asociado con retrasos en el desarrollo.
Si hacemos una comparación, en los embarazos únicos alrededor del 10 por ciento de los bebés nacen con bajo peso, mientras que en los embarazos gemelares más de la mitad presenta bajo peso al nacer. Cuando el embarazo gemelar es triple, cuádruple o más, el riesgo aumenta con cada bebé.
Parto prematuro
Un parto se considera a término cuando ocurre entre las semanas 38 y 42 de gestación. La gestación promedio de un bebé es de 39 semanas, mientras que el promedio de duración de un embarazo gemelar es de 36 semanas. Aproximadamente el 30 por ciento de los partos múltiples se producen antes de la semana 37.
En algunos casos, los bebés nacen antes de la semana 32, convirtiéndose en grandes prematuros y enfrentándose a ciertas complicaciones como dificultad para alimentarse, para regular la temperatura corporal y para respirar, entre otras.
La prematuridad es una situación de alto riesgo fetal. Agravada además con complicaciones que pudieran derivar de la madre como por ejemplo infecciones, problemas en la placenta, diabetes gestacional o preeclampsia.
Crecimiento intrauterino retardado
En el caso de gemelos, es más probable que existan alteraciones en cuanto a los nutrientes que obtienen de la placenta. Tanto si cada uno es alimentado a través de su propia placenta, puede que una se desarrolle más que otra de manera que un bebé recibe más nutrientes que su hermano, como si comparten la misma placenta y la cantidad de sangre, y por tanto nutrientes, que llegan a uno es desproporcionada con respecto al otro.
Este desequilibrio provoca que el crecimiento de uno de los bebés (o de ambos) se restringa de manera que su tamaño no está en concordancia con las semanas de gestación.
Se considera que existe crecimiento intrauterino retardado cuando el tamaño del bebé es menor al 10% esperado para su edad gestacional. Puede haber diferentes grados, desde un retraso leve y controlado hasta situaciones más graves en el que el gemelo que recibe menor flujo de sangre pude sufrir anemia y correr riesgo su vida (fenómeno conocido como síndrome de transfusión fetal).
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