Los Países Bajos son un referente en la atención al parto de calidad. Las mujeres tienen la opción de dar a luz en una maternidad o si así lo prefieren, en la intimidad de su propio domicilio asistidas por profesionales sanitarios. Si el bebé ha nacido en el hospital y todo va bien, la madre y el pequeño sólo permanecen ingresados 24 horas.
En algunas ocasiones, si la madre ha tenido presión alta durante el embarazo, ha habido una cesárea, o ha surgido cualquier complicación en el parto, deben permanecer en el hospital unos días más. Durante la recuperación, el bebé permanece en una cuna de colecho adosada a la cama de la madre en la habitación del hospital.
Es una cuna con forma de semicírculo que queda pegadita a la cama con un simple gesto. Así, la madre puede descansar sabiendo que tiene siempre a su bebé cerca sin necesidad de pedir ayuda para que se lo alcancen. Puede darle el pecho en cualquier momento, acariciarlo o cogerlo en brazos cuando quiera con sólo extender los brazos.
Recuerdo las cunas en la maternidad donde nacieron mis hijas, y no se si todas serán iguales, pero me quedaban bastante incómodas por su altura. Tenía que levantarme para cogerlas, o pedir a alguien que me las alcanzara, aunque luego las dejaba en mi cama la mayoría del tiempo. En fin, que me hubieses encantado tener una cuna de colecho en ese momento.
Esperemos que se extienda a otros países porque es muy importante que el recién nacido esté lo más cerca posible de su madre. A vosotros, ¿qué os parecen las cunas de colecho en las maternidades?
Vía | Mamás y Bebés
Más información | Gelderse Vallei
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