Una de las cuestiones que preocupan a la pareja con la llegada del bebé es cómo será la intimidad entre ambos a partir de ahora. Lo cierto es que después del parto se producen cambios en la mujer a todos los niveles, y por supuesto, también en su sexualidad.
Si además la madre elige dar el pecho, en el postparto se produce una revolución hormonal que, como es lógico, influye en su vida sexual. Para comprender mejor estos cambios hablaremos de las relaciones sexuales durante la lactancia materna.
La acción de las hormonas
Para entender lo que sucede en la mujer en el postparto, tenemos que hablar de la acción de las hormonas, ya que los cambios están determinados por causas hormonales.
Durante el embarazo, los altos niveles de progesterona y estrógenos sumados a que las zonas erógenas como pechos y genitales externos están más irrigadas, la mujer puede llegar a experimentar relaciones sexuales más plenas y orgasmos más intensos.
Pero después del parto, el mapa hormonal cambia radicalmente. Estos cambios tienen un fundamento biológico. La succión del bebé estimula la producción de prolactina, hormona que interviene en la producción de leche, mecanismo que frena la secreción de estrógenos provocando, en la mayoría de los casos, una disminución de la líbido.
Es natural que durante el postparto tanto el cuerpo como la mente de la madre estén centrados en el cuidado del recién nacido. La madre nutre al bebé con su leche, por lo que tiene que estar disponible para él a todas horas, tanto de día como de noche.
En la madre que no da el pecho, los mecanismos biológicos son diferentes, pero la situación emocional es la misma. En ambos casos toda la atención está puesta en el bebé, por tanto es normal que haya un descenso del apetito sexual.
No hay que sentir culpa por ello en absoluto, sino ser conscientes del proceso y hablarlo con la pareja. No es casualidad que ninguna hembra mamífera tenga el celo durante la lactancia. La psicóloga Mónica Serrano nos comentaba en una entrevista que le hemos hecho en el blog que Sólo humanos y canguros tienen relaciones sexuales durante la lactancia.
No todo es cuestión de las hormonas
Además de la disminución del apetito sexual en la mujer provocado por los cambios físicos, hormonales y psicológicos, existen otros síntomas que dificultan las relaciones sexuales en el postparto.
Los loquios del postparto, así como la falta de lubricación vaginal que experimenta la mujer en las primeras semanas 6-8 semanas después del parto dificultan las relaciones sexuales.
Si a esto le sumamos los puntos de la episiotomía o de la cesárea si los hay, en algunos casos dolor en el coito, y el cansancio que supone el cuidado de un bebé recién nacido (ni hablar si hay más hijos), es completamente comprensible que no apetezca mantener relaciones sexuales en esta etapa.
El hombre debe comprender los cambios que se producen en la mujer durante el puerperio y acompañar a su pareja en esta nueva fase de su sexualidad. En él también se producen cambios después del parto, por tanto es una nueva oportunidad para experimentar una sexualidad diferente, ir buscando momentos de intimidad que contribuyan poco a poco a recuperar el deseo y encontrar nuevos espacios de comunicación.
Foto | Mitya Ku en Flickr CC En Bebés y más | La sexualidad en el postparto