11 maneras de calmar a tu hijo si tiene pesadillas por las noches
Todos los padres deseamos que nuestros hijos tengan un buen descanso y sueño placentero por las noches, por lo que cuando llegan a tener alguna pesadilla todos lo pasamos mal, aunque después ellos no recuerden mucho de lo que hayan soñado y no pase de un mal rato nocturno.
Sin embargo, siempre es importante saber cómo actuar y acompañarles, para que ese mal rato sea solo eso. Te compartimos 11 maneras de calmar a tu hijo si tiene pesadillas por las noches.
¿Es una pesadilla o un terror nocturno?
Antes de intentar calmar a nuestro hijo cuando tenga una pesadilla, es importante asegurarnos que se trata de una y no de un terror nocturno, pues aunque ambos son parasomnias infantiles la forma de actuar debe cambiar según la situación.
Anteriormente ya hemos hablado a fondo de cómo podemos distinguir las pesadillas de los terrores nocturnos, pero repasamos ahora algunas de las diferencias básicas entre uno y otro:
- Las pesadillas son un sueño que provoca mucho miedo y después de tenerlas los niños tienen un despertar completo, mientras que en los terrores nocturnos los niños pueden "parecer" despiertos, pero en realidad es solo un despertar parcial.
- Las pesadillas solemos notarlas ya que han pasado y el niño despierta para contarnos que las ha tenido, a diferencia del terror nocturno, que es notorio al instante ya que gritan y se mueven mucho mientras sucede.
- Las pesadillas suelen aparecer muy tarde en el periodo de sueño (entre las cuatro y seis de la mañana), mientras que los terrores nocturnos ocurren en la primera parte del sueño (entre una hora después de ir a la cama y las tres de la mañana).
- Cuando tiene una pesadilla, el niño llora y permanece asustado después de despertarse. Durante un terror nocturno, el niño se sienta, se agita y hace movimientos extraños, mientras llora, grita, gime e incluso habla.
- Después de tener una pesadilla, el niño acude en nuestra búsqueda o nos llama y se tranquiliza con nuestra presencia. En un terror nocturno parecen no darse cuenta que estamos con ellos.
- Al tener una pesadilla es posible que le cueste volver a conciliar el sueño, mientras que al terminar los terrores nocturnos pueden volver a dormir con facilidad sin llegar a despertar por completo.
- Las pesadillas pueden ser recordadas por los niños, los terrores nocturnos no.
Recordemos que en caso de que lo que sufra nuestro hijo sea un terror nocturno y no una pesadilla, no debemos despertarle pero sí acompañarle para asegurarnos que no se haga daño y ver si podemos ayudar a tranquilizarle hablándole suavemente aunque no esté totalmente despierto.
11 maneras de calmar a tu hijo si tiene pesadillas por las noches
Tu hijo ha tenido una pesadilla, despierta asustado y corre a ti lleno de miedo. ¿Qué podemos hacer en estos casos? Estas son algunas cosas que te ayudarán a calmarle tras una pesadilla:
Abrázale
Aunque seguramente esto es algo que todos haríamos por instinto, no podemos dejar de incluirlo en la lista, pues nuestros brazos son una de las cosas que más calma aporta a nuestros hijos sin importar su edad.
Respeta sus emociones
Muchas veces en nuestro apuro o desesperación por hacerles sentir bien, tratamos de empujarles a soltar rápidamente esa emoción negativa que están sintiendo. Pero los niños no suelen llorar sin razón, y el miedo que han sentido tras tener una pesadilla es perfectamente respetable aunque a nosotros nos parezca exagerado. Muéstrale empatía, escúchale y trata de ponerte en su lugar.
Hagan respiraciones juntos
La respiración es un método infalible para calmar a un niño ansioso o nervioso, por lo que puede ser una excelente opción para ayudar a calmarle tras una pesadilla. Invítalo a cerrar los ojos (puedes tomarle la mano si le da miedo hacerlo) y guíalo para que hagan algunas respiraciones juntos.
Cántale
No pienses que solo a los bebés se les canta o arrulla. Nuestros hijos aman nuestra voz y nuestra compañía, por lo que cantarles suavemente alguna nana o canción que le guste también es algo que nos ayudará a que se calme y pueda volver a dormir. Otra opción, es poner música suave si por alguna razón no puedes cantar (o si ya tienes alguna playlist que le ayude a dormir).
Cuéntale un cuento agradable
Así como los cuentos a la hora de ir a la cama pueden ayudarle a conciliar el sueño, también pueden hacerlo tras una pesadilla. Pero es importante que optemos por cuentos agradables, evitando aquellos en donde haya monstruos o experiencias negativas.
Ayúdale a pensar cosas bonitas
¿Recuerdan "Mis cosas favoritas", la canción que canta María en 'The Sound of Music' ('Sonrisas y Lágrimas' en España, 'La Novicia Rebelde' en Latinoamérica) cuando los niños le tienen miedo a una tormenta?
Podemos hacer lo mismo cuando nuestros hijos tienen una pesadilla y ayudarles a pensar en cosas bonitas o alegres, para alejar de su mente todo lo relacionado con ese mal sueño que tuvieron.
Recurre al humor
Aprender a reírnos y tener sentido del humor puede ayudarnos a pasar mejor un mal rato, y en el caso de presentar pesadillas también podemos recurrir a él, especialmente si nuestros hijos ya son un poco mayores.
Por ejemplo, podemos ayudarles a encontrar lo gracioso o ilógico de su sueño y utilizar esto para hacerles reír, o bien, podemos encontrar la manera de "continuar" lo que estaba soñando y juntos darle algún giro gracioso a la historia.
Revisa si es momento de dar explicaciones
Tras una pesadilla los niños necesitan que les demos compañía, calma y seguridad. Aunque es bueno hablar con ellos y explicarles que lo que soñaron no es real, en algunos casos es mejor dejar las explicaciones para evitar que sigan pensando en ese mal sueño y dejar el análisis de lo soñado para el día siguiente.
Utiliza alguna distracción
Aunque seguramente en ese momento deseamos que este mal rato pase rápido para que todos volvamos a dormir, en ocasiones los niños no pueden dejar de pensar en la pesadilla. Ante esta situación, podemos optar por distraerle para que elimine esos pensamientos de su mente.
Enciende una luz tenue
El miedo a la oscuridad es uno de los miedos más frecuentes de la infancia y también puede ser la razón detrás de algunas pesadillas. Si este es el caso, o si a nuestro peque le da miedo volver a dormir después de tener un mal sueño, encender una luz tenue en la habitación puede ayudarle a sentirse más tranquilo.
Déjalo que duerma contigo
Si tu hijo ya no duerme con ustedes, lo más probable es que haya ido a su habitación tras despertar después de tener una pesadilla. Podemos acompañarle de regreso a su cuarto, pero si nada de lo anterior funciona a veces es mejor simplemente dejarlo dormir con nosotros. No pasará nada por hacerlo una noche (o las necesarias) y todos podrán volver a dormir.