La salida del primer diente del bebé es uno de los principales hitos de su desarrollo, además de la emoción que nos produce a los padres ver asomar ese primer dientecito por sus encías.
Suele suceder alrededor de los seis meses de vida, aunque en algunos puede ser meses antes o meses después. Sobre el orden de salida, los primeros en salir son, casi siempre, los incisivos inferiores (los de delante y en el centro, abajo) y luego los centrales superiores. Pero, ¿cómo es la salida de los primeros dientes? ¿Qué síntomas presenta el bebé?
Síntomas de la salida de los dientes del bebé
Irritabilidad
La salida de los dientes produce dolor, enrojecimiento e inflamación de las encías, por lo que es lógico que el bebé llore, se queje, se muestre molesto o irritable.
Babea más de lo habitual
La salivación excesiva es el síntoma más notorio cuando se produce la salida de los dientes, e incluso antes. Aunque el primer diente salga alrededor de los seis meses, la salivación puede aparecer meses antes.
El bebé no es capaz de tragar toda la saliva que produce, por eso se desborda causando irritación en la zona de la boca, mejillas, barbilla y a veces cuello.
Para evitar que se produzca irritación, tendremos que secar la baba frecuentemente con una toalla suave de algodón y mantener la piel hidratada.
Muerde todo lo que alcanza
Cuando la encía está hinchada, algo enrojecida y el diente está a punto de brotar, el bebé siente la necesidad de morder para calmar esa molestia. Notaremos que se llevará objetos a la boca que pueda apretar entre las encías, pero hay que tener cuidado porque también puede llevarse con ellos agentes infecciosos.
Ofrécele un juguete mordedor (libre de bisfenol y otros químicos) que el bebé pueda morder para aliviarse, preferiblemente enfriado durante unas horas en la nevera. También puedes frotarle la encía con el dedo o una cucharilla fría.
Pequeño hematoma en la encía
Antes de salir el diente de leche (o más frecuentemente la muela de leche) puede aparecer un pequeño hematoma, que notaremos como un pequeño bulto amoratado en la encía.
Rechaza la comida
Las molestias en las encías puede provocar que el bebé rechace comer o coma menos de lo habitual. Pero se tratar de un síntoma puntual, y hay que prestar atención porque podría deberse a otro problema.
Problemas de sueño
La irritabilidad y las molestias producidas por la salida de los dientes puede perturbar el sueño del bebé, haciendo que le cueste dormirse o se despierte por la noche con más frecuencia.
Síntomas que no se deben a la salida de los dientes
Fiebre y decaimiento
Hay algunos síntomas que suelen relacionarse con la salida de los dientes, pero el motivo no es concretamente la erupción dental.
Si hay fiebre (de más de 38 grados) o los padres notan al niño enfermo o decaído, deben acudir al pediatra, porque estos síntomas no son debidos a la erupción de los dientes.
Sin embargo, pueden aparecer unas décimas de temperatura, lo que conocemos como febrícula (en torno a los 37 o 37,5 grados).
Diarrea
Aunque muchos padres relacionan la salida de los dientes con la diarrea, la AEP no reconoce ni la fiebre ni la diarrea como síntomas específicos de la salida de los dientes en los bebés, sino que se relacionan con otros factores.
Se cree que la colonización del tracto digestivo por gérmenes es más probable en esta etapa en la que el bebé se lleva todo a la boca, y este puede ser el motivo de las heces blandas.
También puede ser debido a la introducción de nuevos alimentos en la dieta del bebé, que coincide también con la edad del bebé, o a que trague más saliva.
Irritación de la zona del pañal
Tampoco está clara la relación directa entre la aparición de los dientes del bebé y la irritación del culito del bebé.
Al ser la etapa en la que suelen comenzar con la alimentación complementaria, esto puede hacer que las cacas del bebé sean más irritantes al contacto con la piel. Si el pH de la hipodermis aumenta (se hace más alcalino) es cuando se produce la dermatitis en la zona del pañal.
Meterse las manos en la boca
Los niños se meten la mano o los puños en la boca por muchos motivos, y no necesariamente debido a la salida de los dientes. Lo hacen también cuando tienen hambre o simplemente porque está explorando sus manitas.
Es una fase normal del desarrollo de los niños, que se conoce como fase oral cuando en torno a los dos o tres meses de vida, empiezan a descubrir sus manos y las introducen en su boca para explorarlas.