Seguimos con la serie de entradas que iniciamos hace unos meses para hablar de las vacunas, una por una, y hoy es el turno de una de las que forma parte de una de las vacunas más polémicas: la vacuna del sarampión, que forma parte de la triple vírica, junto a la de la rubéola y la de la parotiditis.
La vacuna del sarampión se administra actualmente al cumplir los 12 meses. Hace unos años solía ponerse a los 15 meses, pero dado que el sarampión volvió a aumentar a raíz de las bajadas de la cobertura vacunal y aparecieron diversos brotes, se adelantó a los 12 meses para proteger antes a los bebés (y excepcionalmente, en caso de brote, se administra antes incluso).
Es una vacuna que requiere una segunda dosis de recuerdo, que según la AEP debe administrarse hacia los 2-3 años, pero que en muchos centros se deja incluso hasta los 4 años (en mi ciudad se administra a esta edad, aunque a partir de septiembre empezaremos a hacerlo a los 3 años).
Qué es el sarampión
Es una enfermedad causada por un virus, muy contagiosa y que puede ser grave, que produce fiebre alta y una erupción en todo el cuerpo, tos y conjuntivitis. Pueden aparecer también unos puntos con el borde rojizo que ayudan a confirmar el diagnóstico, pues sólo se ven en esta enfermedad, y que reciben el nombre de manchas de Koplik. En caso de complicarse, puede derivar en otitis, neumonía o encefalitis.
El contagio se produce por contacto con gotitas que provienen de la nariz o la boca de una persona con la enfermedad. Basta un estornudo, o la tos, para que esas partículas queden diseminadas en el aire y otra persona las pueda inhalar y contagiarse.
Las personas que han padecido la enfermedad o que hayan sido vacunadas tienen inmunidad, aunque como sucede con todas las vacunas la efectividad no es del 100% y por eso es importante que el número de personas vacunadas sea muy elevado. Hasta hace unos años esto era así y en muchos países los casos de sarampión habían desaparecido. Sin embargo, en los últimos años, al no vacunarse a muchos niños por decisión de los padres, la enfermedad está volviendo en forma de brotes.
Si no hay complicaciones, es una enfermedad con buen pronóstico. El problema es que a veces sí las hay, y entonces es cuando puede ser, como hemos dicho, grave. Roald Dahl, el conocido escritor, escribió una carta hace un tiempo recomendando las vacunas infantiles, tras perder a su hija por culpa del sarampión.
¿Dónde se administra?
Al administrarse a partir de los 12 meses, cuando los bebés ya se ponen de pie o incluso andan, lo recomendable es no administrarla en la pierna, para que no se quejen al caminar y no cojeen. A esa edad se pone en el brazo, de manera subcutánea, normalmente en la zona del tríceps. Si la persona que la va a recibir no tiene problemas de coagulación (los niños no suelen), puede administrarse también intramuscular, en el hombro, en el músculo deltoides.
Efectos secundarios de la vacuna del sarampión
La vacuna del sarampión, al ir acompañada de otras vacunas, puede producir efectos secundarios derivados del sarampión, pero también de las vacunas que le acompaña. La dosis de la rubéola puede ocasionar dolor e hinchazón en las articulaciones. La de sarampión y parotiditis pueden ocasionar fiebre y erupción cutánea leve. Es una de las vacunas que más fiebre produce, al ser una vacuna de virus vivos atenuados.
¿Se puede poner si eres alérgico al huevo?
La triple vírica es una vacuna que puede contener, en su composición, trazas de proteína de huevo (se utilizan para crearla). Esto hace que mucha gente con hijos alérgicos duden de si pueden o no vacunarle de ella, o incluso que padre de niños que no han probado el huevo, se lo piensen dos veces.
La realidad es que la cantidad es tan ínfima, tan baja, que no se considera importante. Todos los niños pueden administrarse la vacuna excepto aquellos que hayan sufrido una reacción anafiláctica grave al comer huevo.
¿Cuándo se contraindica?
La vacuna de la triple vírica no se administra en caso de que un niño o persona haya padecido ya una reacción alérgica grave con alguna dosis anterior o con alguno de los componentes que lleva la vacuna.
Debe evitarse su administración durante el embarazo (por ser una vacuna con virus vivos atenuados) y en caso de que el niño tenga las defensas disminuidas por alguna enfermedad deberá consultar con el médico si es conveniente su administración.
He oído que podría estar relacionada con el autismo
Desde que en 1998 un artículo científico falso se colara en una revista científica de renombre la vacuna triple vírica se consideró posible causante de autismo en niños. El mencionado artículo se retiró de la revista y numerosos estudios han demostrado que no existe esa relación. Sin embargo, el mito corrió tanto y fue tal el revuelo, que aún hoy mucha gente sigue creyendo que es cierto.
Fotos | Tom & Katrien, Carlos Reusser Monsalvez en Flickr
Más información | Medline Plus, VacunasAEP
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