Ya informamos hace un año de una prueba piloto en una guardería de Sant Cugat del Vallés (Barcelona) para sustituir pañales desechables por lavables. Pues parece que fue todo un éxito porque el Ayuntamiento de esa localidad y el Centro Catalán de Reciclaje trabajan juntos en un nuevo proyecto para introducir estos pañales en más escuelas infantiles, y esta localidad ha recibido el XIV Premio de Medio Ambiente de la Generalitat por este innovador proyecto que le sitúa a nivel europeo en cuestiones de responsabilidad ambiental.
Después de los vidrios y los periódicos, los pañales son el tercer artículo que más contamina. Y los datos son los siguientes:
Los bebés españoles hasta los dos años y medio utilizan un mínimo de 2.047 millones de pañales desechables, lo que significa 360.500 toneladas de residuos que suponen un 1,75% de los residuos municipales. Y dentro del ámbito de las escuelas infantiles representan un 75% del peso de los residuos generados allí.
También pretenden extender el uso de pañales lavables al ámbito de la familia. Aquí participan los padres voluntariamente: se llevan al niño a casa con uno de estos pañales, lo devuelven al día siguiente en una bolsa para que la escuela lo lave y reciben otro limpio para la mañana siguiente para que en el recinto no entren pañales desechables.
Esta iniciativa se ha diseñado con el objetivo de reducir residuos y lo han conseguido sin afectar a la comodidad familiar. Si ellos están contentos, perfecto.
Aunque personalmente no uso este tipo de pañales, sí los conozco y tengo 2 amigas que los utilizan y están muy satisfechas.
Os puedo asegurar que hay mucha desinformación al respecto. Ni son esos pañales de imperdible de antaño sino que son modernos y muy cómodos de usar, ni es tan grande el inconveniente de lavarlos en un hogar que pone la lavadora a diario y que lo tiene ya integrado en su rutina de tareas.
El mercado nos ofrece actualmente pañales lavables de distintas calidades y tipos, normalmente son braguitas exteriores (que se lavan menos) y absorbentes interiores (que se lavan con cada uso).
Los defensores alegan estas ventajas:
- No se producen las posibles irritaciones ni la intolerancia de los pañales comerciales, al evitar el contacto de la piel con productos químicos y al mantener una temperatura adecuada en la zona del pañal
- El gasto en pañales desechables para un niño durante dos años puede suponer unos 1.400 euros, mientras que los pañales lavables pueden costar unos 500 euros, con una vida útil de 5 a 6 años. El ahorro será mucho mayor en caso de tener un segundo hijo
- Cuando se prescinde de ellos, al ser de algodón, se degradan fácilmente sin dañar el medio ambiente frente a los 500 años que tarden en degradarse los pañales de usar y tirar.
Seguro que algunos os burlaréis de esta opción, pero si lo racionalizamos bien es bastante sensato: más barato, sano y ecológico.
Y lo de retrógado o no, teniendo en cuenta que lava la lavadora y no se planchan, depende del concepto y ritmo de vida que tenga cada uno. Aunque su uso no está extendido en España lo usan millones de madres en Inglaterra o EEUU y no son precisamente antiguas.
Cuando tenga mi segundo hijo tal vez lo intente y así podré juzgar con más criterio. Mientras tanto lo considero otra forma de vivir la maternidad y la vida en general.
Vía | Revista impresa Athanor 68, escrito por la fundadora de Bebés ecológicos Más información | Consumer Más información | Crianza natural, Ecobebé, Renacuajos, Instinto maternal, Hola Bambino En Bebés y más | Pañales lavables En Bebés y más | Pañales lavables de bambú En Bebés y más | La historia del pañal