17 cosas que puedes hacer (y otras que no) con las cuatro semanas de baja por paternidad
Como ya os contamos, aquellos que tengan la suerte de convertirse en padres a partir del 1 de Enero de este año podrán disfrutar del nuevo permiso por paternidad de cuatro semanas. Como era de esperar dicha medida no ha estado exenta tanto de halagos como de polémicas y críticas desde diversos sectores.
Como parece que no todo el mundo tiene muy claro para qué van a emplear los padres dicho permiso y como sabemos que siempre hay algún despistado o algún desconfiado que no termina de aclararse aquí os dejo algunas de las cosas que podéis hacer en estas cuatro semanas y como no, algunas que mejor evitar.
Es un permiso, no son vacaciones
A pesar del parecido en tiempo y forma con ese querido mes de vacaciones pagadas (más o menos) que disfrutamos todos (más o menos), el permiso de paternidad NO son vacaciones, al menos en el sentido estricto de la expresión. Si, no tenemos que ir a trabajar y no, no podemos dedicarnos a estar tomando el sol, o metidos en el bar "Los Torreznos" toda la tarde. Acabas de ser padre y hay un montón de cosas por hacer. Así que manos a la obra.
Disfrutar de la nueva familia con más calma
(Entiéndase "calma" aquella que nos deje el bebé) Para mi esta será siempre el objetivo principal tanto en padres como en madres. Ya no tenemos las prisas de las dos semanas que entre el hospital, las visitas y el papeleo, cuando conseguías centrarte ya tenías que volver al trabajo. Ahora hay más tiempo para asimilar, reorganizar nuestra vida y empezar a disfrutar la nueva paternidad, ya sea por vez primera o como veterano.
Realizar los mismos trámites que cuando había solo dos semanas
El permiso se ha ampliado y hay trámites que ya podemos hacer directamente desde el hospital, pero hay otros que siguen requiriendo que nos desplacemos, así que ya tenemos ocupadas un par de mañanas.
Encargarte de la intendencia del hogar
La llegada de un bebé suele traer modificaciones en las rutinas y como consecuencia de ello algunas tareas suelen resentirse o más bien, se van acumulando. Es normal, las continuas visitas, las noches sin dormir del tirón, etc. Todo ello hace que ciertas tareas se vayan acumulando, como las lavadoras, planchar la ropa o incluso puede que llegue el día que abramos la nevera y nos demos cuenta que la compra lleva sin hacerse desde que salisteis disparados hacia el hospital. Puede que hasta la fecha lo tuvierais todo muy bien repartido, pero ahora hay un pequeñajo que requiere gran parte de ese tiempo y toca una pequeña reestructuración del departamento de intendencia. Es un buen momento para tomar el control de la situación hasta que todos nos hayamos acostumbrado a las nuevas rutinas.
Cocinar, barrer y realizar diversas tareas de la casa juntos
Es una buena manera de pasar tiempo con los peques y que ellos encuentren su hueco en casa y así mantenemos la casa un poco ordenada.
Proporcionar a la mamá el apoyo necesario para que ella descanse
Las madres son increíbles, pero por muy bien que sean capaces de llevarlo y gestionarlo todo, necesitan descansar y desde luego el tándem madre-hijo lactante necesita tranquilidad. Para garantizar esto hay varias cosas que podemos hacer como por ejemplo:
- Controlar a las visitas el tema "visitas" puede llegar a ser bastante complicado y convertirse en un continuo dolor de cabeza, por ello lo mejor es que lo tengáis hablado, que sepáis cómo lo queréis gestionar y una vez lo tengáis claro, sea el padre quien se encargue de que este tema no se desmadre, sobre todo a la hora de preservar la intimidad de madre e hijo o la visitas interminables.
Pasear al bebé cuando la mamá necesite descansar: entre toma y toma podemos salir con el bebé y dejar a la madre que pueda descansar un poco, bien durmiendo o pasando un rato con los hermanos mayores o simplemente duchándose, leyendo o lo que sea que quiera hacer para desconectar durante un rato. Qué no debemos hacer: "cuanta plancha hay, me llevo al bebé para que no tengas que estar pendiente de él y planches a gusto", "me llevo el bebé y así cocinas tranquilamente", "me llevo el bebé y así hablas tranquilamente con mi madre/tu madre/etc de cosas de madres".
Pasear a "las visitas" para que la madre descanse:" a veces, conviene dejar todo lo que estemos haciendo y encontrar una buena excusa para llevarse lejos a las visitas y dejar que la madre y el bebé se "apañen" solos, lejos de los "pues en mi casa se hacía así...", "deberías hacer...", "déjamelo coger que vosotros tenéis toda la vida para hacerlo", "¿vas a darle de mamar? ¡Ven Paco que te lo pierdes!". Son situaciones en las que ha llegado el momento de enseñarle el barrio a las visitas.
Encargarse de los hermanos: tenemos que recordar que si para nosotros es una experiencia que puede ser difícil de gestionar, para los hermanos mayores también, sobre todo si hasta la fecha ha sido hijo o hija única. El o ella va a requerir que se le haga caso y dependiendo de su edad, puede ser complicado para el gestionar esta falta de atención de sus padres. Por ello, lo que podemos hacer es salir con él y hacer aquello que le guste o jugar en casa con él, explicarle que el bebé necesita ahora una atención especial, sobre todo de mamá, pero que seguís sintiendo por lo mismo por él. También, como decía en el punto anterior, es bueno posibilitar momentos exclusivos entre los hermanos mayores y la mamá.
Preparar la comida para varios días: nunca sabe lo que puede pasar y el tiempo que vas a tener tanto para preparar la comida, como para sentaros a comer. Prepara comida para varios días y si no sabes cocinar, no te preocupes, nuestros compañeros de directo al paladar te podrán ayudar, solo tienes que seguir sus sencillas recetas y seguro que te quedará genial.
Hacer guardia por las noches: las noches pueden ser complicadas y si hay hermanos que ya antes solían despertarse por la noche lo más seguro es que ahora lo sigan haciendo e incluso se haga más continuo, será nuestra tarea encargarnos de ello. Recordad que va a ser más sencillo que tú puedas recuperar sueño perdido que ella.
Pasear toda la familia junta y disfrutad de un poco de oxígeno: tenemos claro que los primeros días después de un parto la madre no está para muchos trotes, pero salir de casa y respirar un poco de aire fresco nos cargará las pilas, al menos hasta la próxima noche.
Aprender a cambiar un pañal
Si no eres padre primerizo te puede saltar este punto pues en un par de cambios habrás cogido de nuevo práctica, si no lo eres y nunca has cambiado uno, tiene delito la cosa y si eres padre primerizo puedes leer este artículo que no te llevará más de cinco minutos y meterte de lleno en el mundo de los pañales, cremas, pises y cacas del bebé.
Recoger y llevar a los hermanos al colegio
Si no solías hacerlo antes por culpa de tus horarios laborales, ya no hay excusa. Para tus hijos será una grata experiencia y todo una novedad.
Descambiar la ropa del bebé que no os guste o no le sirva
Ese vestido que os han regalado que va diciendo a gritos, "cámbiame", el body para recién nacido número 37 que se quedará pequeño en breve, ese calienta biberones que tenéis por duplicado, etc.
Escribir un diario
Puede parecerte extraño, pero habrá muchas sensaciones y experiencias que te gustará recordar dentro de unos años, cuando tu bebé ya no sea tan pequeño.
Disfrutar de un rato de descanso
No siempre habrá cosas que tengan que hacerse y no puedan esperar, en algún momento podréis encontrar un hueco para los dos, para simplemente sentaros juntos y no hacer nada o para pensar y asimilar todo lo que os está pasando.
Esto han sido algunas de nuestras propuestas, no dejamos alguna más y seguro que vosotros tendréis unas cuantas que no se han recogido, pero recordad que es una gran oportunidad para poder disfrutar de vuestra familia, para apoyar a vuestra pareja en un mes muy complicado a todos los niveles, un mes para plantearse muchas cosas en nuestra vida, disfrutadlo.
Imagen | Istock
En Bebés y Más | Esos hombres que apenas se involucran en el cuidado de sus hijos porque ellas lo hacen mejor, Consejos para superar el cansancio de los primeros días después del parto