Hoy os traemos una interesantísima entrevista a Lucía del Prado, con quien hemos tenido la oportunidad de hablar sobre la situación de los hijos ante la separación de los padres. Lucía es Presidenta de la Fundación Filia, la cual hemos presentado hace un año, encargada de dar amparo al menor ante el divorcio de los padres.
Es defensora a ultranza del derecho de los niños a tener padre y madre tras la ruptura de la pareja y pionera en la concienciación de este tipo de maltrato Infantil, invisible y desamparado por completo.
¿Cuáles son las claves para una separación amigable sin perjudicar a los hijos?
Ante todo: la responsabilidad de ser padres. Y esto implica hacer un ejercicio de serenidad, cordura y generosidad. La impotencia o la rabia no pueden bajo ningún concepto salpicar a los hijos, que bastante tendrán con adaptarse a la nueva situación. De esta manera evitarían mucho sufrimiento a sus hijos y a toda la familia extensa. Es importante que conozcan las secuelas psicológicas que pueden dejar a los niños, si son manipulados y utilizados en contra de uno de los dos. Y desde luego deben saber que nadie tiene derecho a destruir la vida de nadie por no saber tramitar su ira y su resentimiento por difícil que les resulte a algunas personas. Los hijos tienen derecho a disfrutar de los dos. Porque como dice nuestro lema “los padres se divorcian pero los hijos no”. ¿Cómo gestionar conflictos cuando hay niños pequeños de por medio, especialmente cuando son bebés?
Los problemas sólo aparecen cuando no sabemos reaccionar de manera constructiva ante las dificultades. Por consiguiente, si queremos solucionar nuestros problemas debemos aprender a dominar nuestra mente. Cuando se trata de un bebé, lo menos acertado es salir a pedir ayuda a un juzgado, y esperar que lo resuelva un tercero que nunca tendrá la información completa, donde se suelen tramitar estos asuntos tan delicados entre montañas de expedientes de diversas índoles y que además, desgraciadamente y por regla general, se lavan literalmente las manos. Esta es la realidad.
Por eso ambos deben estar preparados para atender las necesidades de supervivencia de sus hijos tanto juntos como separados. La sociedad ha evolucionado demasiado deprisa, y hasta que no exista una cultura de divorcio equiparable a la de países como Suecia por ejemplo, donde las leyes no ignoren los incumplimientos de sentencia y desobedecer un mandato judicial tenga multas, y las denuncias falsas tengan consecuencias penales, por ejemplo, no será fácil que las parejas en conflicto se mentalicen. Ya que en este país se protege más al canalla que a las personas honradas.
Los conflictos con bebés y con menores son una responsabilidad de todos: en primer lugar de los padres y en segundo de la Administración de Justicia.
Lo ideal, sería que ambos hicieran su parte y no entraran en la espiral de la competición, de la guerra, de venganzas, del resentimiento y de la crueldad. Y que respeten y entiendan el papel diferenciado por ley natural de un padre y de una madre. Ambos deben tener los mismos derechos y las mismas obligaciones. Las madres tienen que aprender a asumir los derechos de los padres, y los padres tienen que entender que ese bebé necesita de su madre durante un periodo natural (en el mundo animal, no se lo cuestionan). Ambos deben respetar al otro por el bien de su hijo.
Muchas veces los niños son utilizados por los padres como moneda de cambio en los conflictos. ¿Qué herramientas y leyes se podrían usar para evitar la manipulación de niños y beneficiarles en lugar de perjudicarles?
No se trata de legislar, sino de aplicar lo legislado. Y sobretodo y lo más importante: es hacerlo a tiempo. De nada sirve pedir una ejecución de sentencia, si los juzgados tardan años en resolver, sobre todo cuando los niños ya van teniendo una edad.
En el ámbito de las “relaciones familiares”, tanto en el Código Civil como en el Código Penal están contempladas y tipificadas estas situaciones. El problema es que no se aplican. Y generalmente cuando esto ocurre, cuando se detecta una manipulación y un progenitor se cree que tiene derecho y razón para alejar a su hijo del otro para siempre, no se actúa. Y no pasa nada. Solamente, dejará de pasar el día que sí pase algo.
Al igual que un impago de alimentos alcanza carácter de delito con condenas de prisión, con igual o mayor motivo lo debe de tener dejar huérfano a un hijo por un progenitor que actúa bajo la venganza, y convencido de que tiene razones más que suficientes para ello. “Porque se lo merece”, “Mis hijos están mejor sin ella/él”, “No pararé hasta que le quite a los niños”… Así es como piensan de sus ex parejas y actúan los maltratadores. Sólo entonces se podría reducir el número de niños manipulados y huérfanos de padre o madre en vida.
La ley de igualdad de género contra el maltrato y la violencia de género, ¿se utiliza para apartar a los padres de los hijos?, ¿La utilizan las mujeres como amenaza para conseguir acuerdos favorables a sus intereses?
En efecto, hay quien hace uso impropio de la Norma, para apartar a los hijos del otro progenitor, tanto por motivos personales de venganza como económicos y obtener con ello ventajas materiales.
En este país, cuando se acredita que una denuncia es falsa, no cabe denunciar la falsa denuncia. Además de que no se juzga por la gravedad, ni la consecuencia, ni la voluntariedad del maltrato, sino por el simple hecho de ser hombre, y eso se traduce en una evidente discriminación hacia ellos.
En la Fundación vemos todo tipo de casos, mujeres que hacen uso sin escrúpulos de la Ley de Violencia de Género para evitar que los padres tengan contacto con sus hijos, y no puedan optar a pedir una custodia compartida en la vida, haciéndoles cumplir prisión, por falsas denuncias, arruinados emocional y económicamente. Y hombres maltratadores que arrebatan a los hijos de sus madres, sin que nadie tenga en cuenta que han sido manipulados hasta rechazarlas para siempre, madres verdaderas víctimas de malos tratos y sin embargo ignoradas por el sistema, destrozadas y rotas de por vida, teniendo que soportar la frase lapidaria de: “que habrá hecho esta madre para que sus hijos no la quieran”. En realidad, el maltrato al menor no es una cuestión de género sino simplemente de maltratadores y maltratadoras. Y de un sistema que lo está permitiendo sin ningún tipo de duda.
¿Por qué nace la Fundación Filia? ¿Sigue habiendo desamparo y no hay figuras legales que de verdad ayuden? ¿Qué papel juega el defensor del menor en todo esto, os escucha, os ayuda?
Filia nace ante el vacío legal, de desamparo y de apoyo eficaz por parte del Estado hacia miles de niños y de familias afectadas por un tipo de maltrato invisible, una realidad que “existe”, que no era percibida y que no se le otorgaba la consideración y atención que exige.
Nos percatamos de que, en la batalla de los adultos, el menor, lejos de contar, pasaba a quinto plano o se convertía en arma.
Los adultos, con reconocidas capacidades jurídicas y de obrar, titulares de sus derechos y obligaciones, son responsables de sus situaciones. Pero los menores no son responsables de nada y nadie atendía a la defensa de la integridad moral y física del menor. Tampoco(y esto es grave y severo), los poderes públicos y la Administración de Justicia.
Porque la infancia debe ser atendida individualmente, y en la actualidad no existe un organismo único estatal que atienda sus necesidades y problemas. Nadie velaba por la integridad y seguridad de nuestros menores en España.
No podemos dejar su bienestar a un lado, ellos necesitan tener el respaldo efectivo de su propio país mediante un único sistema profesional que vele por sus derechos. Por eso desde Filia luchamos por sus derechos, porque la infancia española se encuentra desamparada, sin un sistema de observación y protección especializado y gratuito.
Y sus padres quienes están facultados humana y legalmente obligados a socorrerles, se dedican a utilizarles como herramienta de venganza. Condenándoles de por vida a crecer en la orfandad, además de las secuelas que ello supondrá para el resto de su vida. Nuestros menores son nuestro futuro ahora, mañana será tarde.
Por ello nace Filia, para concienciar y educar a la sociedad, sobre los derechos de los hijos, y para tratar a todo aquel ciudadano que esté pasando por esta dramática situación. Trabajamos en la prevención y en el tratamiento.
Por lo demás, el Defensor del Menor hoy día es inexistente en la Comunidad de Madrid y cabe suponer que, en aquellas que Comunidades en que existe, tendrá la misma actividad y resultados prácticos que el de Madrid tenía: buena intención, y esporádicas llamadas de atención y recomendaciones generales. Eficacia nula.
¿Qué opinas sobre la nueva reforma que equipara la custodia compartida a la monoparental, anunciada por Ruiz Gallardón? ¿A quién beneficia?
Sin que exista un texto definitivo promulgado solo cabe conjeturar y opinar acerca del espíritu que parece conformarla y que, conforme a tal espíritu y en mayor o menor medida, permite colegir.
Reiterando que la solución menos lesiva y de mayor fiabilidad es la que los propios integrantes de la pareja responsablemente adopten, consideramos que la equiparación de los regímenes de custodia monoparental y compartida comportaría un evidente beneficio para los hijos y también para los padres. Ello desde el momento en que iguala las posturas y condiciones de cada uno en el proceso, sin prevalencia de una de las partes y sin que uno comparezca lastrado y obligado a destruir ó a anular la preponderancia del otro, lo que favorece la discordia, y elimina la posibilidad del progenitor de primera y de segunda categoría. Que es lo que está ocurriendo en la actualidad.
Pero es muy importante dejar claro que la nueva ley no vendrá a ser la piedra filosofal respecto del maltrato infantil del que hablamos, porque en esencia, es la responsabilidad de los progenitores, su actitud y las pautas de conducta, lo determinante.
Al manipulador sin escrúpulos, capaz de dejar huérfano a su hijo, le dará exactamente igual el tipo de custodia que tenga, o los días que pase con el niño para lavarle el cerebro. Por eso nuestra misión es que nunca un niño se tenga que enfrentar a la cruel pregunta efectuada por sus padres o por un juez: “A quien quieres más, a papá o a mamá?”
Espero que os haya gustado la entrevista tanto como a mí y que sirva para ayudar a muchos padres y madres que estén atravesando un proceso de separación, pero sobretodo a sus hijos. Aprovecho para volver a agradecer a Lucía del Prado, Presidenta de la Fundación Filia, que me haya concedido la entrevista. Es un honor tenerla en el blog.
Más información | Fundación Filia En Bebés y más | Fundación Filia, amparo al menor ante el divorcio de los padres