En todas las familias tendemos a ser más cercanos o inclinarnos más hacia uno de los árboles familiares de nuestros padres. Y por lo general, en la mayoría de los casos las personas tendemos a tener lazos más fuertes con la familia materna.
Haciendo un rápido análisis observacional, encuentro que esto sucede en mi caso, en el de mi esposo y en el de muchos amigos y conocidos. Aunque sin duda amamos a nuestra familia paterna, a simple vista pareciera que tenemos una mayor inclinación por la del lado de nuestra madre.
Desde luego, esto no es coincidencia y no se trata solo de una cuestión de percepción. Te contamos qué dice la ciencia sobre por qué tenemos lazos más fuertes con la familia materna.
La ventaja matrilineal
Hace algún tiempo, hablábamos acerca de la relación entre los nietos y las abuelas, señalando que las abuelas maternas son las más queridas por los pequeños. Esto no es una mera casualidad: al ser la madre de la madre, naturalmente se propicia una relación más cercana con los nietos, prácticamente desde el nacimiento.
La razón es simple: las mujeres solemos tener una relación más cercana con nuestra familia, específicamente con nuestra madre, que la que tiene nuestra pareja con su propia familia. Acostumbramos llamarles más, hablar de temas más personales y pedirles consejos, entre otras cosas.
Como muestra, podemos mencionar los resultados que compartimos recientemente de la Encuesta de Condiciones de Vida anual del INE 2022 -realizada a 60.000 personas durante cuatro años-, y en la que se encontró que las mujeres se reúnen más con la familia y los hombres, con los amigos.
Esta relación ha sido llamada por algunos investigadores como "la ventaja matrilineal", pues aunque también hay hombres que tienen una relación cercana con sus madres, llegado el momento de tener hijos propios es la familia de la madre la que tiene mayor cercanía.
En un estudio sobre esta ventaja matrilineal, se encontró que los nietos manifestaron tener una lazo más fuerte con sus abuelos maternos, en especial con las abuelas, incluso si los abuelos paternos vivían más cerca de ellos que los abuelos maternos.
Otro estudio sobre la relación entre abuelos y nietos, se encontró que los abuelos y abuelas tienden a sentirse más conectados con los hijos de sus hijas, en comparación con los hijos de sus hijos varones.
Mujeres, las guardianas de los lazos familiares
Hay que aclarar que esa inclinación hacia el lado materno no es porque la familia paterna no quiera a sus nietos, ni porque a al padre o madre no les interese que los abuelos paternos sean cercanos con sus nietos. Es simplemente una relación que se da de manera natural gracias a las díadas madre-hija (en este caso entre la madre y la abuela de los niños) y por el papel de la madre en las relaciones entre los distintos miembros de su familia.
Entre las múltiples ocupaciones que las madres llevamos en nuestra famosa carga mental, está el mantener y cultivar los lazos con la familia. Desde organizar visitas y reuniones familiares, hasta recordar cumpleaños y fechas importantes, las madres somos quienes nos hacemos cargo de esos detalles que mantienen unida a la familia dentro y fuera de casa.
Como muestra, tenemos un estudio en el que se encontró que el 91% de las mujeres se identificaban como la "kinkeeper" de su hogar, un término en inglés que podríamos traducir como "la guardiana de la familia", al encargarse de mantener la comunicación e interacción con la familia extendida y mantener los vínculos con ellos.
Otro estudio similar que examinó tres generaciones en diversas familias encontró un resultado similar: las madres eran las responsables de la mayoría de la comunicación con otros familiares, seguidas no por los padres sino por las abuelas maternas.
Una tendencia que podría cambiar
Una de las razones por las que también suele haber mayor inclinación hacia el lado materno, es por el tiempo que pasan las madres con sus hijos. Desde el momento del nacimiento, las madres hemos sido las principales responsables de su cuidado y crianza.
Sin embargo, con los cambios que ha habido en las últimas décadas esto podría cambiar - al menos ligeramente. Gracias a que los padres de hoy en día se involucran más en la crianza y pasan más tiempo con sus hijos (comparados con los de generaciones anteriores), así como a la creación de bajas por paternidad, es posible que los hombres también cultiven una relación cercana y amorosa con sus hijos, creando lazos fuertes con ellos.
La cercanía entre padres e hijos ayudaría a construir un vínculo inmediato, que a la larga podría manifestarse en abuelos paternos más cercanos e involucrados con los hijos de su hijo, aunque faltaría ver si también los padres se encargarían de mantener los vínculos familiares como ahora lo hacen las madres.
Pero sin duda alguna, la participación activa de los padres en la crianza podría ayudar a equilibrar la balanza en cuanto a la cercanía de los nietos con ambos lados de la familia, algo que sería muy positivo para los abuelos paternos que desean estar más cerca de sus nietos y que aportaría beneficios para toda la familia.
Foto de portada | pikisuperstar en Freepik